En un sólo siglo la esperanza de vida a aumentado un 50%, de 50 años en 1900, a 75 a finales del mismo siglo. Eso, aseguró Carmine Zoccali, el nuevo doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo, ha dado lugar a un auténtico cambio en el fenotipo humano: del esbelto y pálido de principios del siglo XX que retrató Modigliani, al obeso y rubicundo de las obras de Botero. El vencimiento de las enfermedades infecciosas y de la malnutrición ha llevado a la entrada en escena de nuevos factores de riesgo que se combinan con la obesidad como la hipertensión, el aumento de colesterol o la diabetes. Pero también hay otros como el consumo excesivo de sal, el alcoholismo, la escasa actividad física o la contaminación ambiental que han derivado en "una nueva oleada de enfermedades crónicas no contagiosas que amenazan la salud de la humanidad". En ese contexto, el doctor Zoccali, nefrólogo con una dilatada actividad científica en el campo de la epidemiología clínica, que incluye en su perfil más de 600 artículos con índice "h" de 81, instó a las "nuevas generaciones de investigadores" a estar preparados para "una nueva filosofía" de la salud. Y esos científicos, abundó el nuevo honoris causa, "deben tener competencias de alto nivel en al menos dos o más áreas de investigación" y deberán saber guiar el desarrollo de nuevos modelos computacionales". Hasta ahora, dijo Zoccali, "la investigación ha seguido un enfoque reduccionista" pero el universo de la investigación biomédica se ha enriquecido con el enfoque sistémico, que no es otro que avanzar hacia un estudio detallado de las patologías "hasta el nivel molecular". Su principal contribución ha sido generar atención por la epidemiología clínica en la nefrología europea.

Lo explicaba bien su padrino académico, el doctor Jorge Cannata, catedrático de Medicina por la Universidad de Oviedo, minutos antes del inicio del acto. "El profesor Zoccali es un gran clínico, un gran pensador, una persona que ha sido capaz de cambiar muchas cosas en la nefrología y que en todas las sociedades en las que ha trabajado y en su propio hospital. Todo el mundo le conoce por su capacidad de innovar,", subrayó. Para Cannata, el mayor honor del nombramiento de Zoccali pasa por tener "a un par, a un compañero de trabajo a lo largo de casi 40 años que ha demostrado su capacidad, flexibilidad, generosidad y pasión a los cambios". Ambos coincidieron en Glasgow en los años ochenta. "Suelo decir que uno siempre admira a sus profesores pero en este caso estoy admirando a un compañero", reconoció Cannata, quien remarcó que el estudio del riñón permite conocer males silentes: "Las primeras cosas ocurren allí cuando algo no funciona", especificó.

Zoccali reivindicó la necesidad de acudir al "dato epidemiológico" y celebró que la enfermedad renal crónica se haya convertido en una prioridad para la salud en los últimos años tras haber logrado identificar "potentes" factores de riesgo en los últimos años. "Cuando la función renal reduce el riñón se multiplica el riesgo cardiovascular", aseveró el nuevo doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo.

El rector, Santiago García Granda, apeló a la importancia de "un enfoque multisectorial" de la salud, como ejemplifica el nuevo doctor honoris causa. "La enfermedad renal es una parte de la epidemia de enfermedades crónicas que en este momento desconsuela a la humanidad", aseguró al tiempo que celebró los esfuerzos del doctor Zoccali por avanzar en este sentido con sus investigaciones. "La Ciencia es fundamental para el desarrollo social y económico de un país", concluyó García Granda.