Dos empresas de distribución de fruta en mercados mayoristas están siendo investigadas dentro de la "operación Carpo" contra el fraude fiscal, desplegada por la Agencia Tributaria y Vigilancia Aduanera ayer por la mañana. Otras 73 empresas en todo el país están siendo investigadas en todos el país. Más de 400 inspectores. Las empresas son sospechosas de haber ocultado hasta el 80 por ciento de los ingresos a través de una serie de programas informáticos cuya finalidad última es la manipulación de las ventas reales, suprimiendo la totalidad del importe de una transacción o modificando su importe.

Este tipo de programas serán prohibidos con la puesta en marcha del nuevo paquete de medidas antifraude, actualmente en fase de anteproyecto de ley. Para la detección de estos programas, que dificultan el conocimiento de la actividad real desarrollada por las sociedades, está teniendo gran importancia la colaboración ciudadana.

Los investigadores detectaron que los márgenes de explotación en estas sociedades eran significativamente inferiores a lo normal en el sector, presentando en algunos casos resultados negativos permanentes a lo largo de varios ejercicios. Los administradores y socios tenían además un ritmo de vida incompatible con su volumen de ventas.