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JOSÉ ANTONIO MARTÍN PALLÍN | Presidente de la Unión Progresista de Fiscales

"La ley de Memoria Histórica podría haber dado mucho más de sí"

"En Quebec se convocó un referéndum; el Tribunal Supremo lo anuló, pero no metió a nadie en la cárcel"

José Antonio Martín Pallín, ayer.

El exFiscal General del Estado, José Antonio Martín Pallín (A Coruña, 1936), actual presidente de la Unión Progresista de Fiscales, impartió ayer una conferencia en Grado bajo el título "La amnesia de la Justicia" en relación a la Memoria Histórica, a la que prefiere llamar democrática, dentro del ciclo "Voz en la maleza, me queda la palabra", que organiza la concejalía de Cultura de Grado.

- ¿De qué tiene amnesia la Justicia?

-La amnesia de la Justicia es consecuencia de la amnesia de los políticos que hicieron la Transición; manejaban las leyes, entre ellas la Ley de Amnistía. Habría que repartir culpas entre los que la hicieron y los jueces que la aplicaron. Y no podemos olvidar que, desde 1978 hasta 2007, no hay una Ley de Memoria Histórica. Habría que preguntar a los políticos, sobre todo a los socialistas, que tuvieron la mayoría absoluta, por qué no dieron esos pasos. De todas maneras, pienso que tiene aspectos positivos y, aplicada con arreglo a los principios constitucionales y valores democráticos, podría haber dado mucho más de sí. Los jueces y juezas españoles pienso que se han puesto un poco a la defensiva, y que han sido muy legalistas y muy poco demócratas.

- Existe una ley desde 2007, pero en Grado, por ejemplo, nada se ha hecho en las catorce fosas comunes. ¿A qué obedece esa parálisis?

-Hubo apertura de fosas mucho antes y los jueces actuaban con naturalidad, pero esto no salía en los medios de comunicación. La que remueve y parece que viene a sacar del olvido es la Ley de Memoria Histórica, que establece unos parámetros que algunos jueces, a mi modo de ver, interpretaron torcidamente. Es una especie de escapismo leguleyo. Se regula bien el protocolo de apertura de fosas, que dice que se dará cuenta a la autoridad judicial para que una vez concluidos los trámites se personen en la fosa. Pues bien, muchos han entendido que ese tema no iba con ellos, salvo honrosas excepciones. Nadie ha aparecido por las fosas, cuando era evidente que había indicios de que se habían producido muertes violentas. Prácticamente todos tienen el tiro de gracia. Y el Consejo General del Poder Judicial debería hacer alguna cirucular o declaración respetando la iniciativa de los jueces.

- ¿Qué opina del traslado de los restos de Franco a la Almudena?

-En la parroquia de la Almudena, los financieros de la Iglesia vendieron por precios astronómicos las sepulturas, y con esos precios financiaron las obras de la cripta y a la hija de Franco se le ocurrió participar de eso y está enterrada con su marido. Los franquistas, primero pensaban que Franco no iba a salir del Valle y, después, que es bueno y necesario que los matrimonios yazcan juntos, pero parece que quieren llevarlo al lado de la hija. La Iglesia no puede mirar para otro lado y algo tendrán que decir, si se ponen del lado de "la gloriosa cruzada" o de la democracia. Y no olvidemos que Franco no es un muerto cualquiera, es el resto histórico del fascismo y el nazismo.

- Hay más de dos mil asturianos enterrados en el Valle. ¿Qué va a pasar con sus restos?

-Si se hubiera hecho un enterramiento ordenado, sería relativamente fácil, pero resulta que no es así. Hay cajas con huesos mezclados y una parte se encuentra en una zona con filtraciones, con las cajas en muy mal estado. Son problemas técnicos. Otros dicen que costaría mucho dinero. No me vale esa excusa. El Gobierno debería imponer a Patrimonio que los Benedictinos se dedicasen a maitines y a rezar por las mañanas, pero que no interfiesen en el patrimonio nacional. No puede primar el Derecho Canónico sobre el del Estado.

- ¿Qué es la vía canadiense, que usted ha propuesto para Cataluña?

-La copié a los canadienses. Es un problema que no se puede trasladar miméticamente a España. Además hay una cosa que no sabe la mayoría de la gente, que hay tres grupos nacionales, quebecois, Ottawa y los indígenas. Los quebecois decidieron convocar un referéndum, el Tribunal Supremo lo anuló, pero no metió a nadie en la cárcel. La sentencia, muy positiva, dice que, en lo sucesivo, la Constitución no impide un referendum de autodeterminación, siempre que sea consensuado por los tres grupos, y añadió algo que me parece razonable, que para que fuese válido y vinculante tenía que haber un índice de participación superior al sesenta por ciento y una votación mayoritaria que superarse el cincuenta por ciento. Eso pasó en Canadá y a nadie se le ocurrió que era un delito de rebelión.

- Un ovetense ha presentado una querella contra el "sermón" independentista de Vich. ¿Qué le parece?

-El papel lo aguanta todo y hay mucho excéntrico. Me parece ridículo.

- ¿Adónde va España?

-No va hacia ningún lado, se ha quedado parada. Está anclada en el miedo a la democracia y la libertad, y es aprovechado para hacer políticas conservadoras y reaccionarias.

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