Resultados propios de una liposucción sin la necesidad de pasar por quirófano. Una simple búsqueda de la palabra Liposonix en internet provoca una avalancha de titulares similares a éste. Y es que la novedosa tecnología de reducción de grasa citada -que lleva ya meses causando verdadero furor en las grandes ciudades de buena parte del globo- está empezando a llamar la atención del sector asturiano del mundo de la belleza. En un principio, importar esta técnica es bien simple: la revolucionaria máquina puede quitar en una sola sesión varios centímetros de talla al cliente.

Liposonix, sin entrar en demasiados tecnicismos, emplea la denominada tecnología HIFU (siglas en inglés para definir un método que, traducido al español, significa “ultrasonido localizado de alta intensidad”) para reducir y reafirmar el contorno corporal sin ningún tipo de cirugía. Su fama se debe a que la máquina es capaz de romper y destruir los tejidos adiposos con resultados mucho más inmediatos que otros tratamientos -al menos los conocidos hasta ahora- y a través de una serie de disparos de este ultrasonido que, en contacto con la piel, no produce ningún tipo de dolor.

La cantidad de disparos, eso sí, dependerá de la zona a tratar y del grosor de la adiposidad que se pretende reducir. Según explica la propietaria de un salón de belleza ovetense que adquirió esta máquina hace cosa de seis meses, el resultado, aunque siempre positivo, varía también de cliente a cliente. “Ver cómo funciona Liposonix es siempre una pasada y, por regla, con una sola sesión el cliente pierde grasa durante tres meses. Eso sí, yo he tenido clientas que en cuestión de horas pierden ya tres centímetros, por ejemplo. A otras el efecto les tarda una o dos semanas, pero una vez que empieza a notarse los resultados siempre son muy llamativos”, asegura. “El problema es que hay muchos salones, dentro y fuera de Asturias, que tienen una tecnología que, digamos, imita a la de Liposonix y la publicita como tal. Hay algún local que sí que tiene alquilada durante un tiempo la máquina real, pero que yo sepa hasta ahora soy la única que la ha comprado para su salón. Los clientes deben informarse bien del tratamiento al que es están sometiendo”, añade. Y es que, pese a la existencia de más técnicas similares que buscan también la reducción de grasa, la tecnología del HIFU corporal es el único tratamiento no invasivo que se orienta de forma concreta a la cimentación profunda bajo la piel, pudiendo llegar, incluso, o al menos según los expertos, a los 13 milímetros de profundidad. Es en esa altura cuando la destrucción de células grasas hace que los resultados sean tan notables y tan rápidos. Además, la profundidad de este tratamiento hace que, una vez eliminada -y siempre manteniendo unos hábitos de vida saludables-, la grasa no regrese a las zonas ya tratadas.

Al trabajar con una tecnología indolora, el cliente tampoco tendrá que superar ningún tipo de proceso de recuperación o rehabilitación: podrá hacer vida normal en cuanto termine su sesión de HIFU.

Por las características del tratamiento, Liposonix es una alternativa ideal para las mujeres y hombres que, pese a hacer ejercicio y vigilar su dieta, no consiguen deshacerse de esos kilos de más que se amontonan en partes muy concretas de su cuerpo, como la cintura o el abdomen. Según la propietaria citada anteriormente, los estudios clínicos apuntan a una media de reducción de 2,6 centímetros de grasa. Es importante reseñar, asimismo, que esta destrucción inmediata y permanente de tejidos adiposos no supondrán ningún tipo de problema de salud para el individuo en el futuro. Al contrario de lo que sucede con la aplicación de otras tecnologías menos refinadas, con Liposonix los ácidos grasos destruidos no pasan al torrente sanguíneo del cliente.