Poco a poco, la hostelería ovetense parece haberse decido a rescatar una tradición que, pese que hace años era casi una cita ineludible en buena parte de los restaurantes de la región, a día de hoy se presenta más bien como una peculiaridad culinaria: unas jornadas gastronómicas de caza.
Para esta ocasión concreta serán los cazadores de Cangas del Narcea los que hagan de proveedores para estas especiales jornadas, por lo que la calidad de los ingredientes durante esos días queda más que garantizada. "Es la primera vez que organizo algo así. Recuerdo que hace años hacer jornadas de caza era algo bastante habitual, sobre todo en Cangas, pero ahora en Oviedo es muy difícil encontrar este tipo de platos. Como conozco a los cazadores, vi la oportunidad. Será algo así como recuperar una vieja tradición gastronómica en Oviedo", resume el responsable del pionero local. "Aunque ya no sea tan habitual hacer este tipo de cosas, lo cierto es que muchos clientes que me conocen de toda la vida me venían demandando desde hace tiempo servir algunos platos de caza. Estamos en temporada y antes era lo normal", añade.
Y es que, en realidad, contactar con cazadores locales para poder servir piezas de temporada en los restaurantes era hace años una práctica muy común. Esta tradición, como se puede suponer, sigue muy vigente en buena parte de la zona rural asturiana, pero las grandes ciudades de la región parecen haber dejado un poco de lado esta costumbre. "Se trata de aprovechar el producto local de temporada para renovar un poco la oferta", razona el mismo propietario.
Este primer intento de recuperar la tradición de la gastronomía de caza en la capital ovetense durará cuatro días -del 1 al 4 del próximo mes- y constará de los siguientes platos: pastel de caza, ensalada de perdiz en escabeche, fabas con jabalí, fabas con corzo, jabalí guisado con patatinas y cebollitas asadas, corzo guisado con boletus y mousse de castañas. Teniendo en cuenta el amplio abanico de opciones disponible, estas jornadas concretas están pensadas para que el cliente seleccione sólo algunos de los platos citados que desee degustar. Cada selección, por tanto, se paga de forma individual. Conscientes de que estas jornadas gastronómicas de caza no son ya tan habituales en la capital, el restaurante organizador llenará las copas de los comensales con un Rioja de crianza Larchago y unos culinos de sidra Corsino.
Con un poco de suerte, la sidrería espera que con esta novedad más compañeros del sector se animen a darle una oportunidad a la gastronomía de caza y que, en la próxima temporada, Oviedo se llene de novedosos platos de corzo, perdices y jabalí.
