"Vamos a tardar días en volver a la normalidad". Lo reconoció ayer el consejero de presidencia Guillermo Martínez, poco después de movilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) que ya está trabajando en la zona de Ibias y Degaña abriendo carreteras cortadas por la caída de árboles y ramas, que llegaron a dejar a quince mil asturianos sin suministro. Ayer, al cierre de esta edición más de siete mil afectados continuaban aún sin suministro eléctrico y muchos de ellos también sin teléfono.
La nevadona de otoño llegó con más fuerza de la prevista y los afectados tardarán tiempo en volver a la normalidad. Los más perjudicados son los empresarios, que aseguran que los cortes de luz les ocasionaron graves pérdidas económicas y por eso hay que recurrir al ingenio para intentar paliar los efectos de este temporal lo más que se pueda.
Una de esas mujeres ocurrentes que ha sabido utilizar la nieve a falta de congelador es Margot Castañón, propietaria de un hotel-restaurante en Cuérigo, Aller. Los garbanzos y el cabrito reposan en dos potas colocadas en medio de la nieve en una de sus mesas de la terraza. "Así están refrigerados y no se nos pierde la comida. Es increíble que llevemos más de treinta horas sin luz", decía ayer por la mañana. "A veces uno piensa que los políticos lo que quieren es echarnos de los pueblos, pero no lo van a conseguir. Caen cuatro copos y nos quedamos sin luz, sin teléfono y sin internet como si fuésemos tercermundistas", concreta la hostelera, que tiene la cocina hasta arriba de cacharros esperando a que el agua calienta vuelva y liberar espacio. "Es que estamos como en una reserva india", concluye enfadada.
La nevada se ha cebado principalmente con las Cuencas y el Suroccidente. En Somiedo ayer todo el concejo seguía sin luz y la paciencia comienza ya a desvanecerse porque desde el sábado hasta hoy han pasado muchas horas. Demasiadas. El alcalde de este municipio, Belarmino Fernández, ha solicitado la intervención de la UME y la ayuda de empresas forestales para solventar la situación que considera una "auténtica emergencia". La oposición se ha puesto a disposición del Alcalde para arrimar el hombro y ayudar a los vecinos.
Luz en el Montepío
Entrar ayer en Felechosa a las dos de la tarde era también encontrarse con la noche cerrada. Ni una luz en todo el pueblo, salvo el centro de tercera edad "Spa Montepío", que dispone de generador propio y hasta los óculos de la pecera estaban iluminados ayer. Es como si la nevadona no pasase por allí. Pero el resto de los establecimientos, cerrados. "Es muy difícil seguir abiertos en estas condiciones", asegura Mari Paz Alonso Mejida, que lleva 44 con su negocio en esta localidad. "Como no hay calefacción el hotel se me vació esta mañana, la gente se fue antes de desayunar y tenía seis habitaciones. ¿Y qué vas a hacer?", se pregunta mientras camina por entre las mesas del comedor con una linterna para no golpearse con las esquinas. Su restaurante abrió ayer pero "ni quiero pensar cuando abra el congelador de los helados... Siempre que nieva ocurre lo mismo, nos sentimos impotentes. Uno tiene su negocio, cumple con todos los requisitos y se pregunta ¿a las eléctricas quién las investiga? Es una vergüenza", remata.
Y es que no es la primera vez que los vecinos de Aller se enfrentan a una situación como esta, similar a la que sufren decenas de pueblos de Caso, Quirós, Teverga, Lena, Aller, el Suroccidente y los Oscos. En Caso fue necesario instalar generadores en Caleao, La Felguerina y Buspriz, que estaban desde el domingo sin luz. Muchos vecinos se perdieron el programa televisión de Cuatro "Volando voy", dedicado al parque natural de Redes debido a los problemas con la señal y eso no gustó porque hacía mucha ilusión. En las carreteras del alto Nalón, continuó el trabajo para despejarlas de nieve y retirar los numerosos árboles que cayeron y también se vieron afectados los trenes de la línea de Renfe Oviedo-El Entrego al quedar interrumpida la circulación entre Tudela Veguín y Peña Rubia durante parte de la mañana de ayer.
