Cuando el huracán "Katrina" arrasó Nueva Orleans en el año 2005, la ciudad nunca volvió a ser la misma. Es lo mismo que ocurrirá con Somiedo después de esta nevadona, que llegó antes de lo esperado tumbando miles de árboles y rompiendo ramas y que se cebó especialmente con este concejo.
Desde el viernes por la noche, cuando empezó a nevar, Somiedo se convirtió en un concejo intransitable e incomunicado, sin luz y sin teléfono. Aunque ayer más de cien efectivos se afanaban en intentar recuperar las conexiones en el concejo y tanto operarios municipales como la Unidad Militar de Emergencias (UME) y un amplio despliegue de técnicos de la eléctrica EDP trabajaron sin descanso durante todo el día, lo cierto es que el municipio lleva tres días desconectado del mundo. "No nos enteramos de nada, llevamos tres días a pan duro", explicaba ayer con una pala apoyada en el hombro Javier Nieto, vecino de Saliencia, minutos antes de retirar de su coche una capa de nieve de más de sesenta centímetros que le está poniendo a prueba el capó.
Tal y como explica el alcalde, Belarmino Fernández Fervienza, "jamás habíamos visto nada igual. No lo recuerdan ninguno de nuestros mayores. Los árboles están aún con la hoja y el peso pudo con ellos, pero también hay que reconocer que hay que llevar a cabo limpiezas en las carreteras y en los montes por donde pasan las líneas eléctricas porque esta situación no puede volver a repetirse". Dice Fervienza que a Somiedo no le importa enfrentarse a la nieve, "estamos acostumbrados, pero esto fue como un tsunami".
Esta nevada temprana descargó sobre los árboles, pero es cierto que este año en Asturias la vegetación estaba desbordada, y tal y como aseguran los vecinos de Saliencia, el último pueblo que recuperó la normalidad en Somiedo, "no se limpian las cunetas ni los montes, y los árboles, que ya muchos estaban tocados por las nevadas del año pasado, no aguantaron este envite", relata Juan José García, ganadero de Saliencia, hombre tranquilo que reconoce que "habiendo cocina de leña, todo se lleva mucho mejor" . Y él la tiene.
Miles de árboles y ramas convierten el ascenso a Somiedo en un trayecto muy peligroso. La situación está controlada después de los trabajos de ayer, pero mirar a los lados de las carreteras asombra. Uno de los puntos más conflictivos está en La Malva, donde ayer la UME retiró de la carretera más de una docena de árboles que no permitían pasar a los coches salvo que fuesen todoterrenos, y donde además hay un cable de teléfono que toca casi con el suelo y que ayer engancharon varios camiones que trabajaban para despejar la carretera. "¿Pudisteis levantar esto un poco?", pregunta el Alcalde a uno de los miembros de la UME. "Sí, sí, está fijado y anclado, pero no podemos subirlo más porque no tenemos una grúa", responde. Y el cable sigue dando bandazos, más arriba, pero amenazando con caer en cualquier momento.
Recanedo Álvarez acaba de llegar a Saliencia con pan del día. "¡Cómo se echa de menos cuando falta!", añade Javier Nieto, que reconoce que tres días encerrado en casa ya piden bajar a la Pola, "voy a limpiar el coche y marchar a por víveres y a dar una vuelta", dice mientras palea y palea. Hasta 15.000 asturianos quedaron sin luz debido a la nevada en Asturias. El temporal se concentró sobre todo en el Suroccidente, las Cuencas, Caso, Quirós (que recuperó el servicio ayer a última hora), Teverga, Lena, Aller, los Oscos y Somiedo. Fernando del Teso, teniente de la UME, reconoce que "no esperábamos encontrarnos con tanto, pero trabajaremos hasta que el Principado lo necesite". Nunca Somiedo vio una poda tan inmensa; probablemente después de esto nada vuelva a ser lo mismo.
