"No fue una nevada normal, sino inusual, mucho más intensa en un periodo corto de tiempo y con una bolsa muy fría a 5.000 metros de altura, circunstancias que provocaron que las precipitaciones se convirtieran en hielo en las carreteras". Es la explicación de Aucalsa sobre lo ocurrido en la autopista del Huerna, que durante el último temporal permaneció cerrada varios días al paso de camiones y con obligación de cadenas o neumáticos de invierno para los turismos.

La empresa concesionaria de la autopista aseguró que se actuó "exactamente igual que si la nevada se hubiera producido en enero". No hubo ni improvisación, ni falta de previsión: se conocían las previsiones meteorológicas y se actuó en consecuencia, según Aucalsa. Las fuentes consultadas aclararon que trabajaron "permanentemente" 15 máquinas quitanieves y que se esparcieron toneladas de sal, tantas que el gasto en fundentes alcanzó los 100.000 euros. Este periódico no obtuvo respuesta del Ministerio de Fomento sobre las actuaciones realizadas y los medios utilizados en el puerto de Pajares (carretera y ferrocarril).