Llegaban a la política asturiana para ser diferentes y dar el "sorpasso" al PSOE y al PP, pero tres años después la mayor parte de los nueve diputados de Podemos ha decidido retirarse, algunos de ellos con muestras evidente de un cierto desencanto aunque, todo hay que decirlo, sin demasiado ruido, por ahora. Sólo cuatro de los nueve parlamentarios regionales de Podemos repiten en las primarias que se resolverán este mes para elegir al "cartel electoral" y al resto de candidatos que integrarán la lista autonómica de la próxima primavera.
La ausencia más llamativa en las primarias de Podemos es la de Emilio León, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA justo al cierre de la presentación de aspirantes a las primarias. La decisión del que fuera el primer candidato de Podemos a la presidencia del Principado tuvo su proceso, no fue en caliente sino fruto de una reflexión que, finalmente, reveló su desencanto con la organización o, mejor dicho, con la falta de organización en el seno del partido morado en Asturias. De muestra, un botón: en algunos de los plenos más relevantes del curso político en la Junta General, el grupo parlamentario no estaba al completo desde el minuto uno para mosqueo del portavoz parlamentario. Pero las discrepancias han ido más allá y se han visualizado en el tramo final de la legislatura y las perspectivas electorales no son tan halagüeñas como hace poco menos de tres años cuando desde La Madreña proclamaban que Emilio León, físico de formación, podía ser el primer presidente del Principado procedente del paro. La distancia entre el portavoz parlamentario y el secretario general de Podemos empezó a trascender en julio pasado, cuando León renunció a seguir al frente del grupo morado en la Junta General, apenas diez meses después de haber apoyado de forma inquebrantable a Ripa en el congreso autonómico donde revalidó el cargo de secretario general, con una holgadadísima victoria sobre otro diputado autonómico, Héctor Piernavieja.
Este proceso interno sacó a la luz las primeras rencillas en el seno del grupo parlamentario, mascarón de proa de Podemos en el tablero de la política asturiana. Piernavieja se enfrentó al sector oficial y contó con el respaldo de otras dos diputadas, Rosa Espiño y Lucía Montejo. Ninguno de ellos tres, críticos con una dirección regional a la que ven muy alejada del mensaje y la estrategia de Pablo Iglesias, repetirá ahora en las primarias para la lista autonómica. La falta de sintonía es total. El sector crítico, que presumiblemente ha de dar un paso adelante en dos semanas cuando los inscritos en las primarias se agrupen en listas, acusa a la dirección regional de haber montado "un chiringuito de conveniencia y cero sintonía con Pablo Iglesias y el proyecto estatal" .
El quinto diputado que no opta ahora a las primarias es Enrique López, que asumió la portavocía a la que renunció León. El funcionario del Principado en excedencia asegura que su marcha es compatible con su plena confianza en el futuro del proyecto autonómico, un mensaje que también han trasladado los diputados que sí se presentan a la primarias para seguir en la Junta, Lorena Gil, Andrés Fernández Vilanova y Paula Valero, además del propio Ripa.
Pero el movimiento de Emilio León no ha sido el único. Miembros del Consejo Ciudadano Autonómico han dimitido de las áreas que tenían encomendadas, como es el caso de Lluismi Orviz y Patricia Díaz Baizán, aunque siguen formando parte de la ejecutiva autonómica. Ahora está por ver si esa intensa actividad telúrica en el seno de la formación morada emerge con la presentación de incluso más de dos listas a las primarias que deberían definir la candidatura autonómica de Podemos.
