Daniel García García tiene dos grandes pasiones: la automoción y la música. Su actual trabajo como taxista en los lagos de Covadonga le permite combinar ambas facetas para disfrute de los turistas, que visitan el Parque Nacional de los Picos de Europa al ritmo de los grandes "hits" de Manolo Escobar. El joven, de 25 años y natural de Pola de Lena, incluye en su repertorio temas locales como "Cuando fui a Covadonga", de Vicente Díaz, pero reconoce que lo que más le gusta es entonar coplas. Las reacciones de los visitantes no se hacen esperar y son de lo más variadas. "Al principio, flipan mucho. Luego unos aplauden, otros solicitan un bis y hay quienes hasta me piden permiso para grabar con el móvil y colgar el vídeo en las redes sociales, donde cada vez tengo más seguidores", narra. Sus recitales a los pies de los lagos Enol y Ercina se han hecho tan virales en internet que muchos turistas ya llegan específicamente preguntando por el "taxista coplero".
Fue su madre, fallecida hace doce años, la que le metió el gusanillo por la música cuando era pequeño. "En casa, ella siempre cantaba rancheras y cuando me toca llevar a clientes de México les sorprendo con alguna canción de Vicente Fernández para hacerle, en cierto modo, un homenaje a ella", desvela emocionado. "Yo creo que les gusta porque los mexicanos son los que más propina dejan", argumenta.
Entre las peticiones populares de mayor demanda se encuentran clasicazos como el "Asturias, patria querida", pero también las sevillanas.
García, que lleva dos años residiendo y trabajando en Cangas de Onís con Taxis Huera, tiene una máxima: que los clientes que contratan con él la ruta a los Lagos o al Cares se lo pasen bien y en el futuro vuelvan a demandar sus servicios. "La competencia es fuerte y esto es también una forma de diferenciarse", apunta.
Entre su clientela favorita se encuentran los andaluces, porque "tienen mucho arte y enseguida se animan incluso a cantar ellos".
García siempre sigue el mismo "modus operandi" con los viajeros. En la subida a los Lagos actúa como un guía, explicándoles la historia y los recursos más importantes con los que cuenta la zona. Si el ambiente es bueno y hay "feeling", al bajar, de vuelta a Covadonga, les hace la pregunta del millón: "¿Queréis que haga algo para que nunca os olvidéis de mí?". Si la respuesta es afirmativa, empieza el "show".
El taxista, que con 18 años acudió a una academia de Lugones para mejorar su técnica vocal, no descarta en el futuro dedicarse profesionalmente al mundo de la música. "Mis amigos y mi familia me animan mucho, así que quedé con un acordeonista para empezar a ensayar y, si sale bien, igual amenizamos el próximo verano alguna fiesta de prau de la región", adelanta. Y concluye: "el que la sigue, la consigue".
