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Me quedo en el pueblo | Pedrero (Bimenes)

Ganadero en defensa de una raza

Enrique Miranda se dedica a la crianza del gochu asturcelta en la casa materna de Bimenes, adonde se desplaza cada día desde El Entrego

Enrique Miranda Sánchez acaricia a uno de sus gochos asturceltas en Pedrero (Bimenes). ANA PAZ PAREDES

No deja de resultar curiosa la buena sintonía que tiene Enrique Miranda Sánchez con los animales que cuida, en la ganadería de su madre, en Pedrero (Bimenes), destinada a la cría del gochu asturcelta, una raza autóctona en la que cree y por la que lucha este ganadero que comparte su vida entre El Entrego, donde reside, y la ganadería de gochu asturcelta del pueblo de su madre. En el año 2006 llevó a Pedrero las tres primeras cerdas de esta raza, para dedicarse a la cría tanto para el autoconsumo como para la venta, como él mismo cuenta: "Yo jamás habría imaginado que nos dedicaríamos a estos animales. Fue idea de mi padre, que supo que había un señor que quería deshacerse de ellos y compramos las tres cerdas. Así empezamos", recuerda.

Enrique Miranda, que es hoy un apasionado defensor de las razas asturianas y, entre ellas, la que él cría, empezó a trabajar muy joven en una empresa de construcción que, como tantas otras, se vio afectada por la crisis y con ello, también su trabajo. Actualmente es un apasionado de la cría de gochu asturcelta y presume con orgullo de los premios conseguidos en el último concurso que, sobre este animal, tuvo lugar en Siero. "En Agrosiero se celebra un certamen que reúne a los mejores ganaderos de gochu asturcelta. Este año logramos el primer premio a la mejor gocha; el segundo, a la mejor gocha, y el primero, al mejor llabascu. Tenemos muy buena raza y todos los años nos llevamos dos o tres premios", dice él con orgullo.

La ganadería familiar, con una producción mixta y con el nombre de Asturceltas Bimenes, también forma parte de la Asociación de Criadores de Gochu Asturcelta (ACGA). Cuentan con unos treinta animales. No existen muchos criadores de esta raza en el Principado según afirma Enrique Miranda. "El tema de la genética está muy limitado. Mi idea fue hacer una línea de sangre a partir de mis animales y con ésa voy trabajando y consiguiendo buenos resultados. La genética es muy importante para tener buenos animales, eso junto con criarlos bien tratados, al aire libre, bien cuidados y bien alimentados. De las tres tonalidades que hay en esta raza yo estoy criando más el blanco", recuerda. Para este ganadero es muy importante apoyar las razas asturianas. "El gochu asturcelta la gente empezó a conocerlo ya hace un tiempo. Están probando su carne, muy roja, exquisita, con un sabor que le da el valor que se merece, y además es una raza nuestra", dice.

En cuanto a la vuelta al campo, aunque cree que es posible y anima a la gente a ello, es también muy crítico con la Administración. "No ponen más que trabas y eso hace que la gente se lo piense dos veces al volver al campo. Si no pusieran tantas, volverían más personas. Hay mucha burocracia, mucho papeleo, tardan meses en contestar y la gente acaba cansando. Nadie limpia el monte y así está. Aquí antes todo el mundo tenía vacas y hoy prácticamente no las tiene nadie", afirma.

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