La mayor parte de los colegios los prohíben, hay pedagogos que los desaconsejan antes de los doce años y los Reyes de España se lo han negado a su hija de trece recién cumplidos, pero tres de cada cuatro niños asturianos de entre diez y quince años tiene y usa un teléfono móvil. El porcentaje de usuarios infantiles, el 74,1 por ciento, o unos 35.500 niños con móvil, es el tercero más elevado de España, sólo por detrás de los de la Comunidad Valenciana y Extremadura, y sirve para evaluar la magnitud del grado de penetración de las tecnologías en esa edad crítica del aprendizaje en la que los expertos aconsejan introducir las pantallas con tiento.

Los datos que tratan de resumir el equipamiento y uso de las tecnologías en los hogares españoles, divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúan a los niños asturianos muy por encima de la media nacional de acceso a los móviles, que no llega al setenta por ciento en el resumen del país, y en el Principado generaliza la exposición infantil a las pantallas hasta el punto de concluir que el 95 por ciento de los adolescentes asturianos de diez a quince años ha tenido contacto con un ordenador o con internet en los tres meses previos a la pregunta. La cifra rebasa asimismo los promedios nacionales y también dice cosas cuando la encuesta se cuestiona sobre el lugar desde el que se usa la tecnología: el 95 por ciento de los niños consultados usa internet desde su casa y el porcentaje de los que acceden a la red desde el centro de estudios se aproxima mucho al ochenta. Es éste, no obstante, el sexto dato más alto de España, donde hay regiones por encima del noventa, y resiste sin problemas la comparación con el resumen nacional, que cifra el contacto total con la tecnología en los colegios en apenas el 73 por ciento.

Echando la vista al pasado reciente, la estadística indica que el porcentaje de niños con teléfono móvil ha crecido hasta el 74 desde el 57 por ciento en sólo doce años, o que el promedio de contacto infantil con las redes de telecomunicaciones todavía rondaba en 2006 el ochenta por ciento. Según un estudio divulgado también ayer por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), en España la población infantil pasa de media delante de una pantalla en sus diferentes modalidades unas cinco horas diarias, esta exposición sube a más de seis y media los fines de semana y hasta siete de cada diez niños de doce y trece años utilizan las redes sociales, un producto al que ya tiene acceso cerca de la mitad de los de diez y once y una tercera parte del total de los menores de trece.

En Asturias, según las conclusiones del INE, el teléfono móvil es una herramienta habitual para más del 75 por ciento de las niñas y para el 72,2 por ciento de los niños de entre diez y quince años y apenas hace distinciones muy significativas en función del lugar de residencia o los ingresos del hogar en el que viven. El promedio incluso calcula que ocho de cada diez niños residentes en poblaciones de menos de 10.000 habitantes tienen móviles y también está por encima del ochenta el porcentaje de los que cuentan con uno de estos dispositivos en hogares con ingresos inferiores a los novecientos euros mensuales.

La misma estadística sitúa al Principado por debajo de los valores medios del país en cuanto al equipamiento tecnológico de los hogares. Algo más del 78 por ciento de las viviendas disponen de ordenador, cerca del 86 tienen acceso a internet y en el 85,1 la conexión es ya de banda ancha. La práctica omnipresencia del teléfono móvil no se percibe como patrimonio exclusivo de los niños: en el 98,6 por ciento de las viviendas hay al menos uno, es el tercer promedio más alto del país. Algo más de la mitad de los encuestados -un 55 por ciento- dice haber comprado alguna vez por internet, pero el porcentaje desciende hasta el nivel más bajo de España cuando la consulta se circunscribe a las personas mayores de 65 años: en Asturias, sólo el 9,5 por ciento confiesa haberse lanzado hacia el comercio electrónico.