El maratón de Fernando Lastra en el pleno de control al Gobierno, casi tres horas, diez preguntas de la oposición, elevó el tono muy cerca del final hasta un "me va a oír usted a mí ahora", dirigido al portavoz de Podemos, Enrique López. El consejero de Infraestructuras empezaba así la respuesta más acalorada, contra la acusación de querer privatizar el servicio de conservación de carreteras, pero antes había llegado hasta allí dando réplicas a quejas sobre el estado de puertos y carreteras, sobre los billetes de transporte, el "proselitismo del fenómeno metropolitano" y, por supuesto, la Variante de Pajares. El diputado de Foro Pedro Leal había introducido en el orden del día el asunto del paso ferroviario respirando por la herida del cambio del ancho de las vías que sopesa el Ministerio y que aplaude el Principado, o dicho en la versión de Foro, "la pérfida maniobra para la sustracción de la alta velocidad a Asturias" o "el robo del siglo" a los asturianos, que quieren "un tren igual que el que disfruta el resto de los españoles".

Lastra, defensor del plan que ahora sopesa el Gobierno socialista para abrir la Variante con vías de ancho ibérico en un túnel y en el otro triple hilo -apto también para el tránsito de trenes con ejes de ancho estándar-, se confirmó como adalid de esta solución a su juicio versátil y ágil, la única que permitirá que tanto los trenes de mercancías como los de pasajeros atraviesen cualquiera de los dos tubos bajo la cordillera terminando la obra en 2020, e invitó a Foro a "abandonar el dogmatismo" en su defensa a ultranza de la apertura directa en ancho estándar, el más propio del AVE pero hoy por hoy inhábil para el tráfico de carga por falta de trenes mercantes con ejes de ancho variable. Acusó el Consejero además a la formación conservadora de hacer que la obra perdiera un año a través del "chantaje" de 2017, cuando Foro condicionó su voto a favor de los presupuestos del Gobierno del PP a un cambio de planificación que incluyese el ancho estándar al menos en uno de los túneles.

Como quiera que Leal perseverase en su defensa, y además especulase muy seriamente con la posibilidad de la conveniencia de mantener abierta la vieja línea de Pajares aun con la Variante abierta -"¿por qué renunciar a la competitividad y a la capacidad que nos genera?"-, Lastra invitó a su interlocutor a olvidarse "de querer mantener la falacia" que lleva implícita su posición, la condena de las mercancías de Asturias a "circular definitivamente por Pajares". Argumentó que "ni con setecientos millones de euros al año" daría para cubrir el mantenimiento y el cumplimiento de la normativa y recordó que la última partida habilitada al efecto era de 140 y fue considerada manifiestamente insuficiente, afeando también a Foro la contradicción de denostar por un lado el ancho ibérico como "un anacronismo que perpetúa el pasado" y defender por otro que siga en servicio un trazado ferroviario del siglo XIX. "A nadie", había opuesto Pedro Leal, se le ocurrió cerrar la carretera de Pajares cuando se abrió la autopista del Huerna; instalar ancho ibérico en la Variante, estiró la metáfora viaria, es como "hacer una caja para una autovía de cuatro carriles y construir una carretera convencional".

La "privatización"

El tono de la discusión subió sobre todo, no obstante, cuando el orden del día tocó los "recortes" que denuncia Podemos en los medios públicos de los servicios de mantenimiento de carreteras y cuando el turno de pregunta encontró al portavoz de la formación morada, Enrique López, disconforme con la primera réplica de Lastra y pidiendo al Consejero que "no nos toreen más de la cuenta". López enumeró las "precarias condiciones" que el reciente temporal ha dejado al descubierto y la antigüedad media "de más de dieciocho años" del parque de maquinaria. Su visión de que se dan pasos hacia la "liquidación del servicio" y su privatización subrayan "una diferencia política muy relevante con Podemos", dijo López mientras ahí fuera su partido y el de Lastra tratan de alcanzar un acuerdo presupuestario.

En ese clima de supuesto intento de acercamiento chirrió ayer en la Junta el encono del intercambio de pareceres subido de tono entre el Consejero y el portavoz. En ese tono desabrido, Lastra negó el eje sustancial de las acusaciones de enemistad con lo público que López les envió a él y a su partido y asumió, sí, "la antigüedad del parque de maquinaria", pero también la reciente puesta en marcha de un plan de renovación con la adquisición de once vehículos , entre otras medidas. Al final, todo desembocó en la asunción de que "tenemos que recurrir a medios privados", pero en la dimensión política del asunto ni una broma. "El PSOE sigue defendiendo lo público".