La fiscal antidroga, Ana Méndez, mantuvo ayer en la sección segunda de la Audiencia Provincial su petición de seis años de prisión para el presunto traficante Pablo José M. CH., al que considera ligado a históricos narcos asturianos, como Antonio P. da F., "Toni el portugués", que la década pasada fue condenado a 15 años de prisión por traficar en un conocido hotel de Riosa, donde se encontraron, aparte de importantes cantidades de droga, seis cartuchos de dinamita Goma 2-ECO y una veintena de detonadores, meses después de los atentados del 11-M.

En el caso que ayer se juzgaba en la Audiencia, un familiar de "Toni el portugués", Marcos D. S. P., aceptó una condena de tres años y nueve meses, y un tercer acusado, Pelayo L. C., tres años, aunque ninguno de los dos ingresará en prisión al estar en proceso de desintoxicación. La fiscal antidroga también relacionó a Pablo José M. CH. con algunos condenados de la "operación Tridente" contra la mayor red de tráfico de ketamina de Asturias, David G. D., "El Ñocla", quien habría trasladado el hachís encontrado en junio de 2016 en el citado hotel de Riosa. Si la fiscal sacó a colación estas relaciones fue para explicar que la Brigada de Estupefacientes de la Policía estaba más que justificada para iniciar las escuchas que condujeron a su detención.

Otros indicios que demuestran su participación en los hechos, según la Fiscalía, son la presencia de su teléfono móvil en las cercanías del hotel de Riosa el día que se trasladó el hachís y el hallazgo en su casa de Oviedo de las llaves de un trastero en el que se encontraron otras cantidades de droga. También se encontró una furgoneta de su propiedad en el hotel de Riosa, aunque el sostiene que la había vendido a un tercero.

El abogado de Pablo José M. CH., Ricardo Álvarez-Buylla, mantuvo que las escuchas que llevaron a la detención de su defendido fueron "prospectivas", ya que no había indicio alguno de que traficase, y por tanto deben anularse. Sobre sus relaciones con "Toni el portugués", indicó que simplemente se conocían de haber coincidido en prisión, "pero no tiene nada que ver con él". Llamó la atención sobre el hecho de que la Policía no ha podido determinar el origen de la droga que la red pudo distribuir -5 kilos de cocaína y 14 de hachís- y resaltó que no se encontró droga en casa del acusado, solo unas llaves que pudieron haber sido dejadas allí por cualquiera, "una mala costumbre que tiene el 40 por ciento de los españoles".