Federico Fernández no quiere perder ni un minuto que pueda disfrutar de su bisnieto. Le cuesta perdonarse aquellos años en los que era marinero. "Me fui cuatro meses a Terranova y cuando volví mi hija no me reconoció. Ese día dejé de navegar en alta mar", relata. Y se compró una embarcación pequeña para hacer el transporte entre Figueras y Castropol. Ahora, a sus 84 años, sube a su bisnieto a la lancha y aprovecha para leerle cuentos, en castellano y en fala. "Me gusta leerle libros, contarle fábulas y cantarle canciones que me enseñaron mis padres", asegura este bisabuelo orgulloso. "Ander tiene 4 años y habla muy bien, en inglés, en castellano y en fala. Leer es muy importante y dar ejemplo en casa. Yo leo a diario", concluye.
FEDERICO FERNÁNDEZ