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MARTIN ADJOU | Obispo de N'Dali (Benín)

"Occidente llena su vacío con una busca obstinada del bienestar"

"África ha conocido desde siempre un Islam pacífico, pero los países sunnitas lo han politizado con pretensiones imperialistas"

Monseñor Martin Adjou. FERNANDO RODRÍGUEZ

La Iglesia asturiana tiene abierta una misión desde hace 31 años en Bembereké (Benín), por la que han pasado sacerdotes como Alejandro Rodríguez, párroco de Luanco, que retornó hace poco. Bembereké está en la diócesis de N'Dali, cuyo obispo Martin Adjou (Cotonou, 1955) ha pasado unos días en Oviedo para agradecer todo el apoyo recibido. Comprometido con un pueblo que sufre la pobreza y la gangrena de la injusticia, también tiene palabras para Occidente, que, según dice, "llena su vacío existencial con una búsqueda obstinada del bienestar". Benín está rodeado de países donde brama la violencia del islamismo radical. Nada más alejado del espíritu africano, que "ha conocido desde siempre un Islam pacífico, pero los países sunnitas lo han politizado con fines imperialistas", cree.

- El Islam es la segunda religión de Benín, seguido del catolicismo. ¿Es difícil?

-Por el momento, la relación es muy cordial, pacífica. En cada familia están representadas prácticamente todas las religiones. Hay convivencia.

- ¿Cómo se vive esa creciente presión del Islam en África?

-África ha conocido siempre un Islam muy pacífico, que no tenía voluntad de imponer califas ni establecer su dominio. Son los países sunnitas los que han politizado el Islam con pretensiones imperialistas. Ha llegado a ser bastante ofensivo y violento. Muchos jóvenes africanos van a formarse a Qatar, los Emiratos, Egipto..., pero solo se les toma como elemento de conquista.

- Ustedes tienen cerca a Boko Haram, en Nigeria.

-Estamos rodeados por Mali, Níger, Burkina Fasso, Nigeria..., en todos, salvo el Togo, ha habido ataques del islamismo radical. Vienen misiones de médicos a nuestro hospital de N'Dali, con miedo, pero jamás ha habido ataques. Creo que es porque necesitan un país donde refugiarse.

- África es el continente donde más crece el Cristianismo.

-Por el número de bautismos y conversiones, se ven las ganas que la gente tiene de hacerse cristiana, crecen las comunidades.

- ¿Qué mensaje aporta la Iglesia Católica al africano?

-Llena el vacío que la religión tradicional no ha podido colmar. Es como si la religión tradicional no pudiese responder a todas las demandas del ser. El Catolicismo aporta una respuesta iluminadora. Por ejemplo, el misterio de la Encarnación, que Dios se haga hombre. Es un elemento nuevo, gratificante. En las religiones tradicionales, el dios está muy lejos. Es muy difícil entablar una relación personal con él. Es por lo que hay seres intermedios, los espíritus, con los que se relacionan. Después, está el testimonio de los misioneros, sobre todo los primeros. El africano se preguntaba por qué esta persona blanca de un país mucho mejor, viene aquí renunciando a los suyos y se arriesga a morir por las enfermedades. Ese coraje hizo comprender que había algo importante ahí.

- ¿Y qué mensaje tiene la sufriente África para este Occidente opulento?

-El mundo Occidental llena su vacío existencial con una obstinada, exagerada búsqueda del bienestar, que consiste en tener cada vez más cosas. Sin embargo, las cuestiones últimas del ser humano persisten. Lo material ha devenido en un fin en sí mismo. El ser africano vive una relación estrecha con la naturaleza, visible e invisible. Piensa que hay una madre (Dios) velando por la naturaleza. La vida es muy corta, la muerte llega muy rápido, y se toma como un hecho natural, que hay que acoger de buen grado. Con ella se pasa al mundo en el que ya no hay dificultades.

- ¿Se han dejado atrapar los jóvenes africanos por el espejismo de Occidente?

-Prácticamente todos. Los jóvenes, en la escuela, a través de la televisión, de internet, ven lo que hay en Occidente, pero solo lo bueno, y eso les atrae y se les presenta como una solución. Allí, como se vive tan mal, se piensa que en Europa todo el mundo es rico. Los que regresan, también lo pintan muy bien. Los que han estudiado se encuentran con que solo pueden tener pequeños trabajos, por la situación de injusticia y la corrupción que gangrena el sistema. Los políticos no se preocupan de crear las condiciones para que los chavales desarrollen su potencial, y su capacidad de emprender; solo se preocupan de su clan, y nada más.

- ¿Hasta qué punto es Occidente responsable?

-Yo culpo en primer lugar a los políticos africanos. Las multinacionales explotan salvajemente los recursos materiales de África, pero no son los africanos quienes los gestionan. Los jefes políticos son favorecidos de tal manera por Occidente que se convierten en servidores. Se vendieron en perjuicio de su pueblo.

- ¿Puede ser África la que recristianice Europa?

-Los misioneros que fueron allá ya no son europeos cuando regresan, son africanos, llevan África en el corazón y comunican la experiencia de la misión. Ahora, África debe dar parte de sus hijos para reevangelizar la tierra europea, y ahí veo dos desafíos. El que venga a Europa, que no lo haga por mejorar su vida material, y no pierda su alma africana. El segundo desafío que veo es si los europeos aceptarían que un africano les traiga el Evangelio.

- ¿Para cuándo un Papa negro?

-El cardenal Bernardin Gantin llegó a ser prefecto para la Congregación de los Obispos y decano del Colegio Cardenalicio. Se creía que, tras Juan Pablo I, se iba a nombrar a un obispo africano. Se habló mucho en los periódicos, pero creo que el mundo no estaba preparado para aceptar a un Papa negro.

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