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El camalote, la invasión contra la que lucha el Ejército

Tratándose de una invasión, tiene cierto sentido que se haga cargo el Ejército. En Exremadura, la batalla para la erradicación del camalote en el río Guadiana la libra la Unidad Militar de Emergencias. Las dimensiones que ha adquirido la proliferación de la planta en la provincia de Badajoz, hasta el punto de hacer desaparecer en algunos tramos el río bajo un manto verde, ha justificado una llamada de auxilio para que se ocupe más de un centenar de militares con autobombas, retroexcavadoras y volquetes.

El camalote, o jacinto de agua, una especie de planta acuática originaria del Amazonas, crece en los ríos, sobresale por su extraordinaria capacidad reproductiva, sobre todo en condiciones de elevadas temperaturas, y la amenaza de catástrofe mediombiental que genera se fundamenta en su capacidad para alterar toda la cadena trófica del ecosistema de la cuenca fluvial, afectando a las algas, a los insectos, a los peces... El desarrollo que en las últimas semanas ha adquirido el camalote en el Guadiana extremeño ha llevado a considerar una intervención militar que está previsto que se prolongue hasta finales del invierno, pero que no es el único esfuerzo en contra de la invasión. Se calcula que desde 2005 se han invertido en esta tarea 35 millones de euros y que en diez años se han retirado 90.000 toneladas de plantas, pero el camalote sigue ahí.

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