Los ciberdelitos van a más, sobre todo en épocas como el Black Friday y el Cyber Monday. La Policía Nacional ha difundido una serie de consejos con los que evitar verse con las cuentas vaciadas y sin el producto que tan ansiadamente andábamos buscando.

Lo más aconsejable es realizar preferentemente las compras en páginas web oficiales o con reputación y prestigio consolidado. Las páginas webs en las que se facilitan los datos bancarios y tarjetas de créditos deben utilizar el protocolo de seguridad HTTPS, que cifra la información que se transmite, por lo que la dirección de la web debe empezar por “https://”.

No se recomienda utilizar los servicios de un comercio online que no identifique debidamente a su responsable, esto es, en el que no aparezcan los datos relativos al CIF, domicilio social de la empresa, y datos de contacto, los cuales se pueden contrastar y verificar en buscadores web.

Hay que identificar el nombre de la persona y organización que registró el nombre de la página web, para conocer donde se puede estar comprando. Para ello existen páginas de “WHOIS” que ofrecen esta información. También hay que comprobar si la web tiene los sellos de confianza, distintivos de calidad y seguridad en la venta online.

Hay un modo de identificar si la web en la que estamos es falsa y ha sido colgada con el solo objeto de estafar. Hay que sospechar de tiendas con precios muy por debajo del precio de mercado, o si todos los productos se venden al mismo precio, independientemente del modelo. También desconfiar si la web tiene varios tipos de letra en la misma ventana, si la foto de portada puede encontrarse en otros lugares de internet o la calidad de las imágenes no es buena.

En ocasiones, las webs de los estafadores aparentan ser la página legítima de una determinada marca. Aparecen textos mal traducidos. Por ejemplo, "Home" traducido como "Casa", en vez de "Inicio". Hay que descartar la compra si la web anuncia varias formas de pago, pero finalmente sólo acepta tarjeta de crédito.

En cuanto a los productos de lujo o marcas de alta gama, hay que desconfiar cuando su precio esté muy por debajo del precio del mercado, ya que podría tratarse de productos falsificados o robados. Y en el caso de comprar en webs de China, conocer que el tiempo para recibir el artículo suele establecerse entre 15-30 laborales, lo que supone más de mes y medio de espera. Igualmente, dichos envíos se hacen de forma masiva en contenedores, por lo que nuestro artículo puede sufrir retrasos debido a inspecciones en aduanas del contenedor por otros artículos enviados en el mismo contenedor.

Otra posibilidad de compra son las páginas de productos de segunda mano por parte de particulares. Hay que conocer al vendedor antes de comprar: realizar búsquedas por el nombre, ver comentarios y valoraciones de otros usuarios... También descartar anuncios con fotos genéricas del artículo en venta, o cuya redacción no esté cuidada, parezcan traducciones automáticas. Si el vendedor se encuentra en el extranjero y utiliza este hecho como excusa para que la gestión de los trámites se ejecute de una forma determinada, no debería continuarse con la compra. No hay que aceptar nunca como método de pago para este tipo de compras servicios como Western Union o Money Gram. Y en caso de duda, cancelar el proceso de compra.

Si lo que se pretende es vender, hay que informarse sobre el comprador antes de realizar el envío. Si ofrecen más dinero del que se pide en el anuncio, algo va mal. Hay que utilizar y establecer un método de pago conocido bajo el control del vendedor y no del comprador. Nunca adelantar dinero. En algunas estafas, el comprador utiliza como excusa que su banco no le permite realizar transferencias inferiores a una cantidad de dinero que, casualmente, es siempre mayor que el precio del artículo en venta. El objetivo es intentar engañar al vendedor para que abone por adelantado la diferencia de dinero para compensar los costes totales a través de servicios de envío de dinero.

Como se ve, hay que andarse con pies de plomo, antes de dar el paso de hacer la compra soñada.