La Coordinadora Ecologista de Asturias ha presentado ante la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) la demanda contra el Acuerdo del Consejo de Gobierno, de 25 de abril de 2018, por el que se aprueba el Plan Estratégico de Residuos del Principado de Asturias 2017-2024.

Según los conservacionistas este plan se ha “hecho a espaldas de la salud de los asturianos”. Dice la Coordinadora Ecologista que “no se ha respetado ni la tramitación adecuada ni los documentos presentados durante la tramitación del plan se ajustaron a las obligaciones que la ley les exigía”.

Este el motivo por el que los conservacionistas intentan ahora tumbar este plan alegando que “no se ha proporcionado información suficiente sobre los criterios de ubicación para la identificación de los emplazamientos que es una exigencia formal relativa a las obligaciones que debe atender un plan de gestión de residuos. Además, ello viene relacionado, de forma directa, con el deber de velar de forma adecuada por un medio ambiente adecuado y por la salud de las personas y con el derecho de acceso a la información y a la participación en materia de residuos que no se tuvo en cuenta en este plan”, explica Fructoso Pontigo, portavoz del colectivo.

La normativa exige que “las actuaciones en materia de residuos deberán evitar cualquier afección tanto a la salud humana, como a la calidad del agua, el aire, el suelo, la fauna, la flora o el paisaje y, de manera específica, deberán ser coherentes con las estrategias de lucha contra el cambio climático. Este es el principio básico de cualquier política medio ambiental por obligado cumplimiento del artículo 7 de la ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. Por eso hemos acompañado a nuestra demanda varios informes elaborados por especialistas del ámbito sanitario que han investigado sobre la naturaleza de algunas de las partículas que generan esos procesos de combustión proyectados en la térmica de Mieres de Hunosa y la cementera de Carreño: moléculas y átomos de plomo, arsénico, mercurio y talio entre otros; e igualmente se pone de manifiesto el riesgo que hay para las personas, en particular en un radio de 5 km en el entorno de las instalaciones, de sufrir enfermedades o patologías que se derivan directamente de esos procesos de tratamiento de residuos”, alega la Coordinadora Ecologista.

Según los conservacionistas el plan “no contempla el análisis de alternativas posibles para todo el ciclo de gestión de residuos sino únicamente para el tratamiento de la llamada bolsa negra y la alternativa finalmente elegida adolece de un estudio pormenorizado que permita constatar que es la más razonable, técnica y ambientalmente viable”, rematan.