-¿Por qué co nsumen los menores tanta pornografía?
-Porque buscan las respuestas que no les dan sus padres ni la escuela.
María Rodríguez Suárez lleva seis años trabajando con pornografía, analizando el impacto que su consumo tiene en los jóvenes y formando a adultos que se han encontrado con una realidad con la que les cuesta adaptarse a trabajar: la mayoría de los chavales de 12 años consume porno. Tres años antes de tener su primera relación sexual (en Asturias la media es a los 15 años). Profesores, enfermeras, madres y padres recurren a María Rodríguez, doctora en Género y Diversidad y mediadora del Conseyu de la Mocedá buscando asesoramiento y formación. Ahora, ella está elaborando una guía que el Principado repartirá en 500 colegios para acabar con los mitos que el porno está inculcando a los chavales.
-¿Le preocupa el consumo de pornografía en edades tan tempranas?
-Se me respiga el cuerpo, pero no me sorprende. El porno es el fruto de la sociedad en la que vivimos; homófoba y machista. El consumo en edades tan tempranas es peligroso y preocupante. Estos niños son "pornonativos" y acceden a la pornografía explícita mucho antes de tener su primer encuentro sexual y no me refiero a una relación plena, sino a tocarse por primera vez o a darse unos besos.
-¿Son conscientes los padres de este consumo de sus hijos?
-Cuando empiezas una formación con padres muchos te dicen "el mío, no"; pues sí, el tuyo también. Puede que no vea porno a diario, o en el ordenador de casa, pero lo hará en el móvil de un amigo o de un primo. Por eso trabajamos con educación entre iguales.
-¿En qué consiste?
-Cuando vamos a un colegio el tutor designa un líder y una lideresa de cada curso, que es con los que trabajamos y a los que formamos para que luego ellos lo transmitan al resto del grupo. Es la forma más fácil de llegar a los jóvenes y como mejor se entienden.
-¿Y con qué realidad se encuentra en las aulas?
-Con jóvenes que consumen porno (más los chicos que las chicas) y que tienen un concepto muy equivocado de las relaciones sexuales. Que piensan que el único placer es el coito, que creen que los tamaños que se presentan en las escenas tanto de penes como de pechos son reales, que piensan que una persona puede estar practicando sexo cuatro horas hasta eyacular como si fuera Nacho Vidal, que tienen reticencia al preservativo, que piensan que el sexo siempre es salvaje y que no erotizan las relaciones de pareja.
-¿Y la ausencia de límites que difunden estas páginas?
-Es otro problema que nos preocupa muchísimo. Tenemos que dejar claro a los jóvenes que la libertad sexual es primordial y que los límites los establecemos nosotros. En el porno cuando hay una negativa, esa persona que suele ser mujer siempre acaba cediendo y disfrutando, disfrutando mucho.
-¿Son conscientes los menores de que están haciendo algo ilegal al ver estas webs de acceso sólo para adultos?
-Qué valores está transmitiendo el porno cuando hay categorías como incesto, borrachas, dormidas o drogadas. Deberíamos darnos cuenta de la enorme importancia que tiene la educación sexual. Los jóvenes no son conscientes de que están haciendo algo ilegal visitando páginas de mayores de 18, ellos tienen curiosidad y buscan respuestas.
-Menudos valores estamos trasmitiendo a las generaciones venideras.
-No estamos educando a nuestros hijos en sexualidad, los está educando el porno y este tipo de escenas no están diseñadas para educar a niños. Tenemos que acompañar a nuestros hijos en su desarrollo sexual desde que son unos niños. Al igual que hacemos con la educación vial cuando les decimos desde que tienen 2 años que en rojo no se cruza. Pero seguimos teniendo muchos tabúes, nos da vergüenza tratar estos temas, tanto en familia como en el colegio. Hay padres que todavía dicen a sus hijos que nacen por el ombligo. No debemos mentirles nunca, hay que responder a sus preguntas adaptándonos a su nivel, pero si saben que no les decimos la verdad entonces recurren a internet, es inevitable.
-La educación sexual es una materia transversal que supuestamente se debería de trabajar en las aulas en cualquier asignatura. ¿Se hace?
-No, no se hace lamentablemente, por eso debería de ser una asignatura específica. Los chavales de 14 y 15 años están viviendo una auténtica explosión sexual en su cuerpo, necesitan información en su día a día. Y cuando trabajamos con ellos nos lo agradecen, nos dicen que esto sí que les importa y les interesa. Porque lo necesitan para la vida.
-¿Cómo corregimos esta sociedad, prohibimos el porno?
-Educando. Yo no soy partidaria de prohibir, además hay otro porno alternativo que transmite otros valores, donde no se denigra a la mujer y las relaciones son más reales. Pero no es gratis.
