En Asturias se detectaron el año pasado 23 familias que se negaron a vacunar a sus hijos. Según la vicepresidenta del Consejo General de Enfermería, Pilar Fernández, el argumento de los padres fue el deseo de llevar una vida natural, dando lugar a una actitud que "supone un atentado contra la salud pública". Este dato fue ofrecido ayer en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el transcurso de una jornada de análisis de la situación de la vacunación en nuestro país. El encuentro fue organizado por la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud (EICS) y el Consejo General de Enfermería con la colaboración del Principado.