Expedientes brillantes y, aún así, "ganarse la vida en la investigación es muy complicado". Así lo aseguran los ocho asturianos que el lunes recibieron en Madrid los Premios Nacionales Fin de Carrera de manos del ministro de Ciencia y Universidad, Pedro Duque. "La competencia es brutal. Hay gente que saca notas extraordinarias y que se queda sin un contrato. Es muy triste", confiesa la avilesina Cristina Hernández, graduada en Geografía y Ordenación del Territorio, que lució en el acto una camiseta con el lema "Asturianu llingua oficial".

Debido a esa precariedad, otro de los premiados, el ingeniero ovetense José Luis Bueno, ha decidido dar el salto al mundo empresarial. Por su parte, la luarquesa María García ha conseguido hacerse un hueco en la Universidad de Oviedo, donde trabaja en la actualidad. Junto a ellos fueron premiados cinco asturianos más: Salvador Ballesteros (licenciado en Máquinas Navales), Miguel Fanjul (Ingeniería de Tecnologías Mineras), Sara Diego (Psicología), Diego Quintanilla (Filología Inglesa) y Sergio López Sancho (Filología Inglesa).