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Análisis de la salud mental de los niños asturianos

Casi la totalidad de los problemas psiquiátricos en niños asturianos, por los divorcios

La cuestión no es la ruptura, sino cómo se hace, constatan los expertos: "De forma amistosa no supone ningún trastorno"

Casi la totalidad de los problemas psiquiátricos en niños asturianos, por los divorcios

El problema no es el divorcio, sino cómo se lleva a cabo. El 80 por ciento de las consultas de psiquiatría infantil en Asturias se producen por causa de un divorcio conflictivo de los padres que provoca trastornos de adaptación de los hijos. En los últimos años en Asturias, el aumento de los casos ha sido tremendo, según explican los psiquiatras y psicólogos, que acusan a los progenitores de usar a sus hijos como moneda de cambio en las separaciones. "No es que haya que dejar de divorciarse, es que hay que hacerlo bien", concreta Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría.

Asturias es la tercera comunidad autónoma con más demandas de divorcio. Con este panorama no es de extrañar que cada vez sean más los hijos que acaban teniendo que requerir tratamiento, ya sea psiquiátrico o psicológico, para superar la ruptura de sus padres, una situación que de resolverse de forma amistosa "no supone ningún tipo de trastorno para el niño; el problema es cuando no se hace así", concreta José Muñiz, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo.

Y ¿cómo identificar que un niño está sufriendo trastorno de adaptación? Hay varios síntomas y son fáciles de identificar. Los desgrana Julio Bobes: "Lo primero que se constata son cambios en el rendimiento escolar. Los padres ven que hay un retraso en el colegio, que es derivado de la situación de conflicto que hay en casa. También se suele producir una pérdida en el control de los esfínteres, niños que vuelven a orinarse en la cama, por ejemplo". Éstos son los principales síntomas, pero también hay casos en los que los pequeños acaban sufriendo crisis de ansiedad, "que se pueden identificar porque los niños comienzan a morderse las uñas o a tocarse partes del cuerpo de forma repetitiva".

Dicen los expertos que "la situación de los hijos es el termómetro de lo que pasa en casa". Y ¿cómo actuar cuando nos enfrentamos a esta situación? "La mayor parte de las veces necesitamos llamar a capítulo a los padres, que aunque reconocen estar inmersos en una situación de conflicto, en muchas ocasiones son incapaces de evitarlo", concreta Julio Bobes. Dice José Muñiz que "los hijos sufren más viendo a una pareja que no funciona que cuando se separa", pero esgrime que lo realmente importante es "ser capaces de divorciarse sin faltarse al respeto y sin tener discusiones delante de los hijos".

Pese a que cada vez son más los niños que acuden a la consulta de un psiquiatra o un psicólogo con un cuadro de este tipo, los profesionales asturianos también señalan que "los niños son en general muy fuertes, pero es que hay casos en los que los adultos se tiran años para resolver un divorcio". Los pequeños pagan las consecuencias de los divorcios y necesitan en muchas ocasiones terapias específicas para superar este trastorno de adaptación, que los padres pueden evitar.

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