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La guía secreta de Asturias

Colores de otoño desde Viapará

El área recreativa que se encuentra en La Vega de Riosa cuenta con unas vistas espectaculares y es el inicio, además, de diferentes rutas por la zona

Al fondo, algunas mesas del área recreativa, mucho más amplia. ANA PAZ PAREDES

Este año ha sido difícil disfrutar de las tonalidades del otoño con toda su intensidad debido a la variación climatológica, que de un día para otro ha ido sorprendiendo a los asturianos. Sin embargo, aún quedan lugares en los que ya casi finalizado el cambio del color otoñal se puede descubrir la belleza de lo que queda del mes de noviembre, inclusive para aquellos que disfrutan sencillamente con admirarlo desde el automóvil o a través de sencillos paseos sin más complicación a través de la naturaleza.

Antes de entrar de lleno en diciembre y si el tiempo acompaña, un buen lugar para redescubrir en meses que no son eminentemente turísticos es el área recreativa de Viapará, en medio de un entorno que conquista al viajero al instante y dentro del paisaje protegido de la sierra del Aramo, junto al Monsacro. Una vez llegados a Riosa, a la que se accede por la antigua carretera de Oviedo-Mieres, hay que llegar a la capital, La Vega, y desde allí y a la derecha, tal y como ya está señalizado en la vía con indicación del área recreativa, seguir la carretera que lleva hasta el pueblo de Grandiella. Ya en tan corto tramo de carretera el paisaje se muestra generoso e inmenso, una sensación que se hace mayor según se va en ascenso a esta área recreativa. No hace falta entrar en Grandiella. Unos 200 metros antes se continúa subiendo a la derecha hacia el pueblo de Teleno. Si bien es cierto que enseguida el entorno se apodera de la vista del viajero, importante es recordar que por esta carretera, y hasta el mismo Angliru, circulan con asiduidad los aficionados a la bicicleta, por lo que hay que extremar las precauciones, que nunca sobran.

Lo cierto es que una vez en Viapará es un gustazo recrearse con cuanto la vista alcanza. Desde allí sigue la carretera, estrecha, sinuosa y con impresionantes pendientes, hasta la cima del Angliru, bien conocida por los amantes del ciclismo por haber sido en varias ocasiones final de una de las etapas más difíciles de la Vuelta Ciclista a España.

En el caso que nos ocupa, el área recreativa de Viapará, nuestro punto de destino de hoy, bueno es recordar que desde allí salen numerosas rutas de montaña, y entre las más conocidas están la que va al Monsacro y también alguna circular. Con buen tiempo y ganas de disfrutar del momento, las vistas que desde allí existen permiten disfrutar igualmente a los amantes de la fotografía. Mucho e inmenso es lo que desde allí se contempla perteneciente tanto a los concejos de Riosa como de Morcín. Pueblos, valles, cabañas, pastizales y montañas, además de la ciudad de Oviedo y el propio Monsacro. Sin duda, un lugar único al que volver todo el año.

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