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ARSENIO ALONSO-COLLADA | Presidente de la Asociación de Centros Geriátricos del Principado

"Hay más mayores que piden ir a una residencia; tienen que sentirse en casa"

"Cuando funcione bien la ley de Dependencia y rebajen el IVA del 10% al 4%, las plazas geriátricas serán más asequibles para todos"

Arsenio Alonso-Collada Sánchez, ayer, en un receso de las jornadas. IRMA COLLÍN

Arsenio Alonso-Collada Sánchez, presidente de la Asociación de centros geriátricos del Principado (Ascege) y director del Hospital Gijón-Centro Sociosanitario Gijón, es un férreo defensor del cambio de modelo que ya se ha empezado a abordar en los centros geriátricos asturianos: la humanización. Precisamente el asunto que se analizó y debatió ayer en las II Jornadas de Atención Residencial, con el título "Humanización del servicio de atención residencial".

- ¿En qué consiste ese cambio de modelo?

-En situar a la persona, al ser humano, en el centro de atención. Cuando hablamos de humanización no nos referimos en exclusiva a un trato más personal, a ser más empático con el paciente, sino también a muchos otros aspectos, como la arquitectura y los programas de atención personalizados. ¿Sabe a dónde mira un paciente o un dependiente que tenga que guardar cama? El 65 por ciento del tiempo mira al techo. Bien, pues pongamos frases positivas, una decoración amable, alegre, que le transmita sensaciones positivas. Y los programas de atención deben ser personalizados en el sentido de que ahora se reúnen los expertos y deciden qué hacen con esa persona, qué cuidados y atención necesita. Pero eso es insuficiente. Hay que contar con ella, que sea partícipe.

- Los trabajadores del sector dicen que tienen mucho trabajo y poco tiempo para pararse con los pacientes.

-Hay estrategias, pero siempre ayuda una mirada amable, una sonrisa... Esto no significa que vayamos a hacer a los pacientes más felices por estar sonriendo todo el día. Pero es también una estrategia de atención al trabajador, porque cuando ese paciente al que trata fallezca, al menos se sentirá cómodo porque sabrá que le brindó la atención física y emocional que necesitaba. Los trabajadores se tienen que sentir seguros con el trato que dan a las personas a las que atienden. Se trata de implicarse con la innovación, de convertir al paciente en cómplice y abandonar la figura de mero receptor de servicios y atenciones. Es verdad que también se necesitan recursos económicos, pero el objetivo es que los centros sean de calidad.

- ¿Quiere decir que no lo son?

-No. Estamos intentándolo, pero no lo son. Nos encantaría tener la misma atención con el doble de personal y de recursos. Pero la realidad es la que es. Tenemos unos profesionales estupendos y fantásticamente formados, pero no vale sólo con conocimientos profesionales, también hay que saber relacionarse con el paciente y con sus familias... Tener empatía.

- La residencia que usted dirige en Gijón es pionera en esto de la "humanización".

-Se trata de un centro muy novedoso que ha incorporado estancias de periodo medio y largo para la recuperación tras un alta hospitalaria. Para poner en marcha el proyecto visitamos el Centro Asistencial "San Camilo" de Madrid, pionero en el concepto de humanización y su aplicación. De ahí la idea de la arquitectura más humana, de programas más humanos y de dotar a los trabajadores con habilidades de comunicación. Y puedo asegurar que es una cultura que se contagia.

- ¿Se mantiene aún en la sociedad aquella idea de geriátrico asociada a los antiguos asilos?

-Todavía hay cierta resistencia, pero cada vez menos. Cada vez hay más gente mayor que pide ir a una residencia. La idea es que en los centros residenciales se sientan como en su casa, pero con las atenciones que necesitan. Lo que piden ahora nuestros mayores no es lo que se demandaba hace veinte años, y no será lo que pidamos nosotros dentro de otros veinte. Por eso hay que innovar y humanizar los espacios y el trato a los pacientes.

- ¿Cuántas personas trabajan en los centros geriátricos asturianos?

-Hay 14.000 plazas geriátricas entre centros públicos y privados y unos 8.000 empleos directos.

- Los sindicatos del ERA, dependientes del Principado, denuncian escasez de plantilla y de medios.

-A nosotros nos gustaría subir el convenio de nuestros trabajadores. Es lo que queremos, y que la remuneración esté acorde con la formación y la profesionalización. Cuando funcione bien la ley de Dependencia y baje el IVA el año que viene, las plazas serán más asequibles para todos y habrá más recursos disponibles.

- Las plazas ahora son caras ¿Cuánto bajarán los precios?

-Asturias tiene baratos los precios públicos en relación a la media nacional. El año que viene el IVA bajará del 10 al 4 por ciento, así que por ahí las plazas ya serán un 6 por ciento más baratas. Y a eso hay que añadir la ayuda a la dependencia, lo que hará que las plazas geriátricas sean más asequibles.

- ¿Pero cuánto cuestan?

-La media son 1.600 euros, y el Principado paga a través del ERA unos 1.200 sin IVA por persona. Esos 400 euros de diferencia es lo que hace que ahora no se puedan ofrecer más plazas en concierto, porque con los medios que tenemos, lo que hay ahora es lo que se puede mantener.

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