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Los jóvenes asturianos, a la cabeza de la UE en formación y a la cola en empleo

La falta de alternativas laborales obliga a las nuevas generaciones a seguir viviendo con sus padres y hunde la natalidad, sostiene un estudio nacional

Los jóvenes asturianos, a la cabeza de la UE en formación y a la cola en empleo RICARDO SOLIS

Jóvenes altamente cualificados y volcados en el uso de las nuevas tecnologías, todo lo que según los expertos hace falta para triunfar. Pero no es así. Si en ambas facetas los asturianos entre 15 y 29 años superan las medias nacional y europea, sin embargo se sitúan a la cola en empleo y, por tanto, en nivel de emancipación. Esto a su vez se traduce en el desplome del índice de natalidad.

Esta es una de las conclusiones que revela el índice sintético de desarrollo juvenil comparado (ISDJC), elaborado por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) en el marco del Proyecto Scopio. El objetivo es analizar la evolución de la juventud en España en comparación con Europa desde 2009 y, además, hacerlo por comunidades autónomas.

Los jóvenes asturianos se sitúan en el puesto 15 de 46 en competencias educativas, aunque en este campo el País Vasco y Navarra logran los mejores resultados con el segundo y tercer puesto, respectivamente, sólo por detrás de Lituania. Las competencias tecnológicas también son el fuerte de los jóvenes asturianos, situándose en el puesto 25.

"Cuando sube el desempleo, muchos jóvenes vuelven a estudiar y aumentan los niveles de desarrollo educativo llegando a la sobrecualificación", indica el estudio. "La educación se convierte en un valor refugio".

Tener oportunidades laborales es determinante para que los jóvenes se puedan emancipar. "Sin estabilidad e ingresos mínimos, muchos jóvenes no pueden plantearse su propio proyecto de vida". Este retraso en la emancipación y la prolongación del tiempo en el entorno familiar aumenta su calidad de vida y de salud. Además, tener mayor nivel educativo y más tiempo que las personas que trabajan, favorecen que puedan desarrollar más fácilmente las competencias tecnológicas.

Este panorama es favorable a la percepción que tienen los jóvenes asturianos de su estado de salud y calidad de vida, pero aún así se sitúan por debajo de las medias nacional y europea.

Pero también tienen otras consecuencias, como que la falta de empleo obligue a emigrar en busca de oportunidades laborales y que la tasa de natalidad sea la más baja de España.

Los datos referentes a la emancipación en el conjunto del país tampoco son favorables. La tasa entre los 20 y los 29 años ha empeorado año tras año desde 2009, incluido 2018. De hecho, según el mismo estudio, en diez años se redujo del 12,21 por ciento entre los 20 y 24 años al 7,6 en 2018, mientras que ha descendido del 44,19 por ciento entre los de 25 a 29 años al 38,2 en 2018.

La brecha con Europa en este campo es enorme. Mientras que en España no llega al 8 por ciento los jóvenes que logran independizarse del hogar familiar, la media europea es del 30 por ciento.

El estudio distingue entre cinco modelos de desarrollo juvenil: nórdico, anglosajón, europeo continental, bloque mediterráneo y europeo oriental.

España se sitúa en el mediterráneo, que se caracteriza por ser histórica y culturalmente familiarista, con escasa política pública de vivienda o de inserción laboral, y con malos datos de empleo.

La situación española es sólo mejor que la de Grecia, Bulgaria, Italia y Rumanía. Y son precisamente los datos de empleo juvenil y emancipación los que lastran al país. "No se trata de señalar a nadie, sino de aportar información a las administraciones e instituciones para saber que hay que hacer para mejorar", señaló Beatriz Martín, directora general de FAD.

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