La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, y el de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, han escenificado esta mañana su sintonía en el diagnóstico y en el tratamiento que necesita el futuro de la región y en la distancia que ambos perciben entre su dictamen y el del presupuesto autonómico recién pactado por la izquierda asturiana. Era la primera reunión, y la única solicitada y programada hasta el momento, de la patronal con los grupos políticos para exponer su documento de 22 medidas para revitalizar Asturias. Fernández empezó exponiendo su "alto nivel de coincidencia" con esas propuestas "transversales", que a su juicio y al de Feito han nacido "carentes de ideología", y mencionó expresamente, entre otras, la apuesta por la "nueva fiscalidad", el capítulo más resbaladizo y que más controversia política ha generado a cuenta sobre todo de la propuesta de supresión del impuesto de patrimonio.

Hablaban Fernández y Feito mientras de fondo resonaban los ecos del primer acuerdo presupuestario de la izquierda asturiana, abiertamente criticado por ambos. Hablaban también después de que los grupos firmantes del pacto hayan criticado con cierta dureza a la FADE por su ataque al presupuesto, en el que algunos han visto un indicio de "estrategia política". El presidente de la organización empresarial repitió que a expensas de un análisis más profundo los pactados "no son los presupuestos que Asturias necesita" y vinculó su descontento con la ausencia de las medidas expuestas por la FADE en su diagnóstico de Asturias. Aseguró que la aplicación de su batería de propuestas sólo es "cuestión de voluntad política" y "altura de miras", que no son más que planteamientos "de sentido común" y que para hacerlas realidad "sólo hace falta querer revertir esta situación".

La líder de los populares asturianos hizo ostentación de los dos presupuestos del Gobierno socialista que su partido apoyó en esta legislatura "anteponiendo las necesidades de Asturias" a su interés político y repitió a su vez que desde su punto de vista estos presupuestos vienen a ser el acta de defunción del socialismo moderado en la región, sustituido por un tripartito con propuestas "radicales, obsoletas y pasadas de moda", inútiles entre otros motivos por falta de énfasis en la inversión productiva para revertir la situación de la región como "el mayor geriátrico nacional" o su tasa de actividad situada a la cola de España.