Asturias es la tercera comunidad autónoma con más endogamia docente en su universidad. Según datos del Ministerio de Educación, el 84,4% de los profesores que hoy imparten clase en la Universidad de Oviedo leyeron su tesis doctoral en la misma institución académica. El Principado empata en porcentaje con la Comunidad Valenciana y sólo es superado en endogamia por Canarias y País Vasco. Los datos "preocupan" al Rector, Santiago García Granda, que reclama "incentivos" para que haya intercambio de talento entre las universidades españolas. El Ministerio de Pedro Duque ya trabaja en una solución: centralizar en internet las convocatorias de plazas de los campus públicos del país para dar "transparencia y claridad". El riesgo de esta endogamia, cuya tasa a nivel nacional es del 73,4% en la pública y del 31,5% en la privada, es que "no hay savia nueva, la universidad no evoluciona", advierte García Granda.
El ránking, elaborado por el Sistema Integrado de Información Universitaria, lo encabeza Canarias con un 91,7%, seguidos de País Vasco (91,6%), Asturias (84,4%), Comunidad Valenciana (84,4%), Aragón (79%) y Cantabria (77%). Al otro lado de la tabla están Castilla La Mancha (49,1%), Navarra (49,9%), Galicia (53%), La Rioja (62,3%) y Baleares (65,9%). El Rector asegura que reducir la tasa de endogamia en la región, donde sólo hay una universidad, es mucho más difícil que en otras comunidades autónomas, con más instituciones académicas. De cualquier forma, el sistema actual de elección "no favorece", al igual que la "escasez de recursos". Hoy para presentarse a una plaza hay que estar acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) o por las agencias autonómicas y quien la otorga es una comisión de la universidad que designa a sus miembros.
El sistema de elección ya dio muchas vueltas en España. Hasta 1983 se convocaba una oposición única por área de conocimiento a la que concurrían docentes de toda España; quien más puntos lograba, elegía destino. Ese año se descentralizó el proceso de forma que cada universidad convocaba las suyas. Este modelo generó polémica y en 2001, la Ley Orgánica de Universidades (LOU) volvió a recentralizar el proceso hasta decaer otra vez en 2007 por el boicot que ejercieron algunos centros. Ahora el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades pretende crear un registro único nacional con todas las plazas universitarias para que los doctorados sepan cuándo se convocan y puedan acceder a ellas. Santiago García Granda augura conflicto: "Va a contar con bastante rechazo por parte de los investigadores que quieran promocionar en la misma universidad".
El secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, detalla a LA NUEVA ESPAÑA que la medida "más que frenar la endogamia busca transparencia y claridad". "Esta problemática no sólo existe en la universidad, sino que en general se producen pocos traslados de trabajadores. La sociedad española es un poco así", reflexiona. Pingarrón señala que el primer objetivo del Ministerio es la "publicidad" y el segundo, que los doctorados "compitan en igualdad de condiciones". "Un señor de fuera debe tener las mismas oportunidades que uno de dentro. No obstante, la medida es simplemente de transparencia. Las universidades siguen teniendo autonomía para decidir la composición de las comisiones que van a contratar a los docentes".
El Rector de la institución asturiana sostiene que la endogamia "en sí misma no es mala", aunque "lo bueno" sería un sistema "mixto". Es decir, "que haya personas que se mantengan en la universidad y otras que salgan y que lleguen de otras comunidades". En esta idea profundiza el presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Roberto Fernández, quien afirma que "la endogamia es como el colesterol, hay buena y mala". Y la mala es el "amiguismo". Sin embargo, el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, afirma que "cada vez es más difícil que eso ocurra" gracias a las comisiones de reclamaciones.
