El acoso de padres y alumnos a docentes "ha llegado para quedarse". Ésta fue la alerta que ayer lanzó el presidente en Asturias de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) en el marco de la presentación del informe del defensor del profesor del curso 2017/18. El número de casos atendidos descendió ligeramente con respecto al año anterior, 37 frente a 39, pero evidencia que los ataques "se consolidan" y que "el mensaje de respeto a la figura del maestro no está calando en la sociedad". Las intervenciones, de hecho, responden a insultos, agresiones, amenazas y presiones para modificar notas por parte de estudiantes y familias. Además, el acoso ya no sólo se limita a las aulas, sino que invade también las redes sociales. A consecuencia de estas presiones, todos los afectados sufren cuadros de ansiedad: algunos incluso reconocen estar depresivos.

Para ejemplificar esta situación, la coordinadora del defensor del docente en Asturias, Montserrat Fernández, utilizó ayer la frase de una profesora que solicitó asesoramiento: "Estoy triste, ya no soy la misma de siempre". Del total de casos atendidos, el 28% responden a acoso, enfrentamiento y amenazas de las familias, el 20% a agresiones del alumnado, el 9% a faltas de respeto, el 8% a problemas para dar clase y el 7% a insultos de los estudiantes. "La tendencia a la indisciplina en las aulas hace que el profesorado pierda gran parte de su tiempo en mantener el orden necesario para poder desarrollar su tarea restándoselo a la labor docente", advirtieron. Por si fuera poco, uno de los casos detectados acabaron en los tribunales: el de un maestro que fue presionado para subir las notas de un alumno.

Según ANPE, estos datos son "sólo la punta del iceberg, ya que los números reales que maneja la Administración son mucho mayores", por lo que pide que "no se esconda o minimice el problema". Además, las familias y los jóvenes cuentan ahora con una nueva arma de acoso: las redes sociales. Montserrat Fernández puso el ejemplo de un grupo de Whatsapp de estudiantes adultos en el que vertían bulos sobre un profesor. Atendiendo al informe, de las 37 intervenciones que realizó el servicio del defensor del docente, 36 fueron en la pública y sólo uno en la privada. La mayoría de las incidencias, 19, se produjeron en Primaria.

Por todo ello, el sindicato ANPE exige medidas: el desarrollo normativo de la actual ley de autoridad del profesorado, la puesta en marcha de protocolos de actuación en casos de agresiones que "sean ágiles y de aplicación inmediata", asistencia psicológica y jurídica a los maestros y el fin de la política de recortes.