La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Amelia Valcárcel: "La autonomía se llevó con buen humor, excepto en la llingua; es una pena"

Xuan Xosé Sánchez Vicente destaca el esfuerzo en los primeros años de Administración regional con la Orquesta Sinfónica y el Bellas Artes

Por la izquierda, Xuan Xosé Sánchez Vicente, Roberto Fernández Llera, Ramón Rodríguez y Amelia Valcárcel, ayer en el RIDEA. LUISMA MURIAS

Amelia Valcárcel y Xuan Xosé Sánchez Vicente abrieron ayer el ciclo "Relatos de la preautonomía", organizado por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) con reflexiones y vivencias propias de esa etapa y capítulo dedicado a la lengua asturiana. En un momento de gran ebullición política se sentaron las bases de una autonomía a la que no fue ajeno, ni mucho menos, el mundo de la cultura al que estaban ligados los dos protagonistas de la conferencia que tuvo lugar en el palacio del Conde Toreno de Oviedo.

"La construcción de la autonomía se llevó con buen humor, excepto la llingua. Fue lo más duro de todo. Es una pena", valoró la escritora, consejera de Estado y una de las principales referencias del pensamiento feminista español, quien recordó su defensa en favor de la normalización de la llingua en aquella época . Amelia Valcárcel no vaciló en aportar argumentos en favor del asturiano: "Si hago el puzzle de lenguas y empiezo en el norte por el gallego, sigo con el catalán y el castellano pero no tengo la pieza del asturiano hay cosas que no entiendo. Necesito el asturiano para explicar lo que pasa", afirmó la también integrante del patronato del Museo del Prado y exconsejera de Cultura en los inicios de la autonomía. Y mostró su disconformidad con que todos los nacionalismos "sean malvados y execrables, no veo la intrínseca perversión del nacionalismo; el patriotismo es una virtud porque es amar aquello de los que venían y procurar que los que vengan vivan mejor".

Xuan Xosé Sánchez Vicente recordó anécdotas relacionadas con el asturiano, como cuando Pedro de Silva le llamó una noche por teléfono, cuando se discutía el Estatuto de Autonomía en el Congreso, diciéndole que la referencia "al asturiano como lengua específica de Asturias" no pasaba el corte. "O se quitaba esa expresión o se perdía todo el artículo. Tenía que decidir en unos instantes y opté porque siguiera un artículo que abría el campo para el asturiano. Del llobu un pelu, por lo menos", esgrimió Sánchez Vicente, quien recordó aquella etapa como iniciática para proyectos que hoy son realidades asentadas en el panorama cultural asturiano como el Museo de Bellas Artes de Asturias y la Orquesta Sinfónica del Principado, para la que en aquellos años contrató como director a Víctor Pablo Pérez.

Compartir el artículo

stats