Enrique Vegas Rioja y Teresa Flor Plaza empezaron a visitar Asturias hace dos años, pero hasta el pasado marzo no se instalaron de forma definitiva en su casa de Paredes, en el valle del mismo nombre, en el concejo de Valdés. "Vivimos en un sitio tranquilo y discreto. Nos encanta este lugar. Los vecinos nos tratan de maravilla, como si hubiéramos vivido aquí toda la vida, nos sentimos apreciados y por ello agradecidos", dice ella con esa voz dulce que la caracteriza pero que, al tiempo, denota también fuerza de carácter y de pensamiento.
Ambos son historiadores, pero también, como matiza Enrique Vegas, "archiveros, bibliotecarios e informáticos. Vivimos muchos años en Canarias, pero también en Mauritania y en Francia. Estando en Francia nos enamoramos de aquella tierra, pero en un viaje para conocer Asturias nos enamoramos aún más de esta tierra y buscamos un lugar donde quedarnos. Justamente nos coincidió con un encargo de trabajo, y aquí estamos", afirma.
Actualmente están enfrascados en una labor de investigación sobre la familia de un marquesado asturiano. Uno de sus últimos trabajos, que les llevó a vivir en Normandía durante dos años, fue la catalogación y recuperación de unos 260.000 documentos, de los cuales 40.000 eran copias, sobre la vida y obra de Juan Negrín, presidente de la II República entre 1937 y 1939. "La catalogación de todo aquello fue sólo lo primero, separando los originales de las copias, sin contar los mapas donde se trazaban los ataques. Estuvo también la investigación de cómo era la estructura política de la república en esa época porque cambiaba constantemente durante todo el periodo de guerras", recuerda ella.
Tras finalizar su último trabajo en Canarias, con la Fundación Alfredo Kraus y otro sobre el artista multidisciplinar Pepe Dámaso, decidieron quedarse definitivamente en Paredes. Apasionados ambos de su profesión, creen que los historiadores, hoy, deben adaptarse al siglo que viven. "Hace falta un poco de imaginación, hay que emprender constantemente, echarse un poco al ruedo, exponerte y sin duda hablar idiomas. Hay que salir al mundo y tener una serie de conocimientos complementarios. Esto es algo multidisciplinar. Hoy en día saber idiomas es imprescindible. Al menos conocer bien el inglés y luego manejarse un poquito con el alemán y el francés", dicen ambos.
También inciden en la necesidad de incorporar siempre las nuevas tecnologías. De hecho, fundaron hace años su empresa, Aquacanary, que hoy dirige uno de sus hijos, y que trabaja con todo lo relacionado con el mundo de la cultura y el documento histórico. Así, matiza Enrique Vegas que "estamos en la era de la digitalización. Nuestro trabajo es dar servicio profesional y de asesoramiento en cuanto a la organización, catalogación y digitalización de fondos documentales. También tenemos unas cajas especiales con pH neutro que se fabrican sólo en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, que sirven para conservar el documento más de 200 años", matiza.
Observadores, no sólo del pasado, también del presente, creen que el campo asturiano está desatendido y poco apoyado por la Administración. Ella dice que "los agricultores y ganaderos se quejan porque no tienen apoyo de ningún tipo. A un vecino el lobo le comió nueve ovejas, y nada. Hay también artesanos que hacen trabajos maravillosos y no se les valora en su justa medida. Los mayores se lamentan de la falta de interés de los más jóvenes por la tierra, por las tradiciones y por el mundo rural en general", afirman. En cuanto a la posibilidad de emprender en el medio rural, ambos creen que es posible. En su caso, afirman que "nosotros nos adaptamos siempre bien allá donde vamos. Nunca echamos nada en falta. No pensamos en que nos falta esto o lo otro; al contrario, nos decimos: 'Esto es lo que hay y no queda otra que aprovecharlo y disfrutarlo'".
