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El autocar entre Asturias y León que dio servicio a los viajeros tardaba una hora menos que el tren

Una ovetense reclama a Renfe 173 euros del taxi a León porque querían meter a su perro "Botón" con las maletas en el autobús

"Botón", en brazos de su dueña, Aurora Rodríguez.

Una hora menos que el tren. Eso es lo que tarda, más o menos, el autocar que cubre el trayecto entre Oviedo y León cuando la rampa de Pajares está cerrada al tráfico ferroviario. Si el viaje se hace hacia Madrid, los pasajeros tienen que esperar otra hora en la estación de León hasta que sale el tren, pero en sentido contrario, viajar por carretera les supone una hora menos de trayecto.

El acortamiento del viaje es una "compensación moral" para los que viajeros, porque según coincidieron ayer en señalar los algunos de los afectados por el actual corte de las vías en Pajares. Señalaron que lo que se hace largo es el trayecto desde León hasta Oviedo, "que son casi dos horas y media, tanto como lo que nos lleva llegar de León a Madrid".

Quien por fin consiguió llegar cómodamente a Madrid fue "Botón", o "botonín", como lo llama su dueña, Aurora Rodríguez. Esta ovetense, trabajadora municipal, adquirió un billete de Renfe en clase preferente para viajar ayer por la mañana hasta Madrid con su mascota junto a ella. El problema fue que al tener que realizar el trayecto en autocar entre Oviedo y León, su perro tenía que ir en la bodega del autobús, con las maletas, a lo que ella se negó en rotundo.

"Yo pagué para ir en clase preferente con mi perro; es un servicio que ofrece Renfe y que yo adquirí, pero ahora cambian las condiciones y me niego en rotundo a que el perro vaya en la bodega del autocar. La solución me la tiene que dar la compañía", denunció a este periódico Aurora Rodríguez. Según explicó, "Botón" es terapéutico para su dueña, ya que con su ayuda consiguió superar una grave depresión, y nunca se separa de él.

La única solución que encontró esta ovetense fue contratar los servicios de un taxi que los llevara a ambos hasta León. "Botón" hizo el trayecto en coche tranquilamente dentro de su transportín. Pero el viaje le costó a su dueña 157,49 euros más el IVA. En total, 173,24 euros.

Aurora García ha presentado una reclamación a Renfe para que se le abone ese importe. "Es una injusticia y un abuso lo que hacen", sentenció.

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