Un conocido futbolista ovetense, Robi T. G., se sienta mañana en el banquillo de la sección tercera de la Audiencia por un delito de tráfico de drogas. El pasado 3 de julio le sorprendieron en una empresa de mensajería de Llanera recogiendo un paquete que contenía una broca metálica en la que había casi un kilo de cocaína que le habían enviado desde México a través de Alemania. La droga, de gran pureza, estaba valorada en unos 160.000 euros, aunque una vez cortada habría alcanzado diez veces ese valor. El fiscal pide para él siete años de prisión.

Robi T. G. es muy conocido en Oviedo, ya que en su infancia y juventud jugó en las categorías inferiores del Oviedo. Fue también recogepelotas en el antiguo Tartiere. Posteriormente jugó en equipos como el Marino de Luanco, el Real Avilés, el Gijón Industrial, el Urraca de Posada de Llanes, el Langreo, el Ronda de Málaga, el Andújar de Jaén e incluso un equipo dominicano. En la temporada 2017-2018 ya no jugó en ningún equipo. El jugador tiene lazos familiares con México, lo que explicaría que la droga le fuese remitida desde este país, concretamente desde Iztapalapa.

El futbolista es el único implicado en este caso. La droga fue descubierta por las autoridades alemanas en Leipzig, a donde había llegado el paquete para su distribución luego a España. Los alemanes se pusieron en contacto con la Policía asturiana, al estar destinado el paquete a un vecino de la región, y los agentes pidieron permiso a un Juzgado para realizar una entrega controlada de la droga, que pesaba 962 gramos. En aquel momento se investigó si se habían realizado más envíos de este tipo a Asturias.