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JEANNETTE ESCANILLA | Organizadora en Suecia de la Flotilla a Gaza

"Suecia ya no es el país solidario que daba refugio en los 70 y 80"

"Los 'chalecos amarillos' pueden iniciar un movimiento fuerte en Europa que reclame en las calles los cambios que necesitamos"

Jeannette Escanilla, en el puerto deportivo de Gijón. ÁNGELA PÉREZ

Jeannette Escanilla, una de las organizadoras de la Flotilla de la Libertad a Gaza -preside Ship to Gaza Sweden-, recibe hoy, junto a Yilmaz Ismail, de la organización turca Mavi Mármara, el Premio Internacional por los Derechos Humanos del Ayuntamiento de Siero. Diputada suplente del Partido de la Izquierda (Vänsterpartiet), una de las artífices de que Suecia reconociese al Estado palestino, muestra su preocupación por el creciente peso de la extrema derecha. "Suecia ya no es el país solidario que daba refugio en los 70 y 80", cree. Llegada de París, admite que los "chalecos amarillos" pueden estar infiltrados por la extrema derecha, pero hay otras organizaciones detrás que pueden iniciar un movimiento que fuerce "los cambios que necesitamos en Europa".

- ¿Cuál es la situación ahora de los palestinos en Gaza?

-Ya son once años que Gaza está completamente aislada, destruida. Es la cárcel más grande a cielo abierto del mundo, todavía en ruinas por el enorme bombardeo de 2014. La situación es cada vez más trágica, urgente. En 2020, Gaza será completamente inhabitable. El 95 por ciento del agua está contaminada, los servicios de salud y las escuelas están destruidas. Las mujeres con cáncer de mama se están muriendo porque no pueden salir para recibir tratamiento. Está totalmente cerrada para la solidaridad.

- ¿Por dónde entran los alimentos?

-Entra algún camión, contado, por Egipto. Se les ha acabado la posibilidad de los túneles que tenían antes.

- Este año hubo un nuevo intento de la Flotilla.

-Nosotros partimos en mayo con cuatro barcos desde Suecia y Noruega. Llegaron a 35 millas de la costa de Gaza y fueron nuevamente atacados por los militares israelíes. No hubo heridos, pero las personas que iban en los barcos fueron secuestradas y encarceladas en Ashdod, al norte de la franja. Les robaron sus pertenencias, les golpearon. Pero ha sido un triunfo porque hemos quebrado el silencio que existe sobre la situación de Gaza. Del mismo modo que este premio del Ayuntamiento de Siero contribuye a visibilizar lo que están sufriendo.

- ¿Cuál es la solución?

-Que se haga justicia contra Israel. El mundo entero debe actuar. No podemos seguir cerrando los ojos ante el genocidio que están cometiendo. Todos los que creemos en los derechos humanos, la Unión Europea, debemos actuar ya. La solución es que se les devuelvan las tierras a los palestinos, que decidan su futuro y que se consiga la paz. Hay muchos israelíes que están en contra de la política sionista. También se merecen vivir en paz con los palestinos. La ocupación debe acabar.

- ¿Harán un nuevo intento?

-Sí, en 2020, y lo seguiremos haciendo hasta que Gaza y Palestina sean libres. No podemos dejar de hacerlo. Le hacemos ver al pueblo de Gaza que no están solos.

- ¿Hay libertad política en Gaza?

-Somos una organización no partidaria, civil, solidaria, trabajamos por los derechos humanos. No tenemos contacto con ningún partido en Gaza, pero sí con organizaciones que hacen llegar los medicamentos que reunimos. Yo personalmente creo que los palestinos tienen derecho a decidir su futuro y su política.

- Europa se está volviendo cada vez más hostil hacia cuestiones como la inmigración o las causas solidarias, con el crecimiento de partidos de extrema derecha.

-En Suecia tenemos una situación grave, muy similar a lo que se vive en el resto de Europa y Sudamérica. Los partidos fascistas y racistas están obteniendo mucho espacio. En Suecia no tenemos en este momento Gobierno porque no hay un acuerdo de coalición. La socialdemocracia no quiere colaborar con el Partido de la Izquierda, sino con los partidos de la derecha, que supuestamente tienen el apoyo del partido racista (Demócratas de Suecia, Sverigedemokraterna). El discurso es el mismo en todas partes, contra la inmigración, contra la ayuda solidaria a los pueblos que necesitan refugio, contra los menores y las familias que quieren reunificarse. Es una política racista, nacionalista, que en el fondo nos va a afectar a todos.

- ¿A qué se debe?

-Ha habido una crisis económica, pero sobre todo hay una crisis de valores humanistas. La era de Trump ha hecho extender esos valores negativos.

- Es curioso, porque aquí se tiene la idea de Suecia como el paraíso socialdemócrata.

-Ha sido durante muchos años un país democrático, solidario, pero en estos momentos tenemos una socialdemocracia en decadencia y encaminada lejos del socialismo. Suecia ya no es el país que brindaba refugio en los años setenta y ochenta. Hay una negativa a abrir las puertas.

- ¿Cómo ve el fenómeno de los "chalecos amarillos"?

-Acabo de llegar de París y he visto con mis propios ojos el movimiento que se está formando. Son diferentes organizaciones las que están detrás. Me parece positivo que los sindicatos estén saliendo a la calle y protestando contra las privatizaciones y un futuro solo para los ricos. Están reclamando en las calles los cambios que necesitamos para Europa. Creo que estas protestas de Francia pueden ser el inicio de un fuerte movimiento en Europa. Aunque también hay infiltraciones de la ultraderecha que están incorporando la violencia. Pero yo creo en la paz y que se pueden vencer estas fuerzas negativas y forzar los cambios radicales que precisa Europa.

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