La nueva normativa del Principado que obliga a que todas las viviendas que se construyan y rehabiliten en Asturias estén adaptados a personas con movilidad reducida ha sido acogida con enorme satisfacción por los interesados y sus familias. "Es una enorme satisfacción después de tantos años de lucha", afirmó Mónica Oviedo, presidenta de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica en Asturias (Cocemfe Asturias).

Algunas de las nuevas condiciones impuestas por la Administración regional establece que no sólo los accesos y portales tienen que estar adaptados para personas con movilidad reducida, sino también el interior de las viviendas. Así, al menos tiene que haber un ducha a ras de suelo; no puede haber escalones ni pasos en ninguna de las estancias; las puertas deben tener un ancho de 0,80 metros para que quepa una silla de ruedas, y al menos en una de las habitaciones tiene que dar el sol.

"Es una normativa pionera que beneficia a todos, no sólo a las personas con problemas de movilidad, sino también a los más mayores", señaló Oviedo.

María Calvo, presidenta del grupo de Promotores de la patronal de la construcción, CAC Asprocón, señaló que "todo lo que sea adaptar la vivienda a los nuevos requerimientos y exigencias en materia energética y de accesibilidad, lo valoramos positivamente". Pero resaltó especialmente la eliminación de las cédulas de habitabilidad. "Con estas medidas se pondrá en valor la vivienda nueva con respecto a la usada", aunque advirtió de que "habrá casos en los que se dificulte la construcción en solares complicados, en el centro, con poco margen de maniobra.