"Satisfacción por el trabajo hecho y, sobre todo, ilusión por el futuro y los desafíos que tenemos que sacar adelante". Así valora la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, María Jesús Aguilar, el resultado de la mesa de trabajo sobre las variedadesde manzana de sidra en Asturias, que se celebró ayer en Oviedo y en la que dieron a conocer al sector de la sidra y la manzana el avance del plan estratégico en el que han empezado a trabajar con vistas a 2030.

Aguilar destacó que este documento recoge un "estudio claro de lo que es el mercado, con unas expectativas y unos horizontes que nos dan esperanza de saber que Asturias tiene mucho que conquistar en el mercado nacional e internacional con la sidra, como producto". Además, define seis líneas estratégicas en las que el sector ha de ganar en competitividad en la cadena de valor e innovación, para lo que se necesita realizar cambios en la producción de manzana. El principal reto es regular las cosechas controlando la vecería.

"Este avance del plan estratégico lo que nos permite es augurar futuro, pero nos enfrenta a desafíos", destacó la directora regional. Pide a cosecheros, lagareros, productores y viveristas compromiso porque "no puede ser un documento para guardar en un cajón". Una vez que los sectores implicados revisen la propuesta, habrá una nueva reunión a mediados de febrero para empezar a articularlo y trabajarlo.

En la de ayer también abordaron las propuestas formativas para el año que viene. Incidirán especialmente en la poda, control de la vecería y plantaciones, en colaboración con el Serida.

La satisfacción por el resultado de la reunión fue compartida. "Confiamos en que sirva para solucionar los problemas que sufre el sector", valoró Tino Cortina, presidente del Consejo Regulardor de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias y lagarero de Villaviciosa. Juan Luis Poladura, presidente de la Asociación en Defensa de los Cosecheros de Asturias, destacó el compromiso de "cambiar la manera de trabajar por parte de todos" y confía en que juntos saquen adelante este proyecto para verlar por los intereses del sector.

El viverista maliayés José Madiedo entró con la intención de dejar de asistir a estas reuniones, que hasta la fecha consideraba poco fructíferas, y salió "con ilusión". "Hay un mensaje de futuro, aunque lo complicado ahora es echar a andar este proyecto", reconoció. Pero "si no se hace nada, la producción de manzana será testimonial dentro de ocho años", augura. Por lo que apuesta por "dar empuje, rentabilidad y un proyecto de futuro" a la sidra y la manzana.