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Apuntes De Mecánica Política

Tres es multitud: ¿y cuatro?

Los próximos gobiernos dependerán de complejas alianzas y la falta de entendimiento basculará las mayorías

Dos es compañía, tres es multitud, señala el refranero popular para referirse a las dificultades de todo negocio cuando participan en él más de dos personas, no digamos en las relaciones afectivas. Pero si hace un año los escenarios políticos hablaban de la tríada, de las alianzas a tres, como la fórmula más estable para formar gobiernos tras las elecciones de 2018, irrumpe otra opción aún más compleja: la de los pactos a cuatro en Asturias.

Las encuestas, con su dosis de relativa fiabilidad, son tozudas al afirmar que el Partido Popular no obtendrá buenos resultados en Asturias y es probable que esta tendencia ya sea ajena al hecho de que Mercedes Fernández encabece o no la candidatura. La fuga de votantes hacia otras formaciones (Ciudadanos y Vox) y la fractura aún no resuelta con Foro lastran las cuentas de los populares. El voto del centro-derecha se disgrega e incluso busca alternativas de más dureza ideológica.

Cuantas más variables formen parte del problema, más difícil resulta resolverlo. De ahí que las estrategias electorales que adopten los partidos de aquí a mayo serán efímeras y volátiles, pendientes del último indicio demoscópico. Hay una gran incertidumbre entre los dirigentes políticos asturianos, que observan con preocupación esa inestable balsa en la que se hallan. El PSOE teme una desmovilización, el PP trata de frenar su sangría, Cs se aplica ahora que ve que sus expectativas pueden no colmarse, IU se prepara para arrebatar votantes a Podemos y el PSOE, mientras que los podemistas aspiran a haber consolidado un suelo bastante holgado. Vox aprovecha el arreón, pero es consciente de que igual que se sube se cae.

De ahí que los análisis políticos no tengan más vigencia que una previsión meteorológica. Un hecho sí está claro: las alianzas a tres o cuatro permitirán bascular ayuntamientos de signo político y las faltas de entendimiento también decantarán gobiernos, con el consiguiente riesgo de inestabilidad o inoperancia por las dificultades para alcanzar acuerdos.

Sólo una acertada elección en las candidaturas puede embridar (parcialmente) las tendencias demoscópicas, de ahí que el Partido Popular viva estos días entre la incertidumbre a la espera de cómo Pablo Casado resuelve la incógnita en Asturias. La lógica, ya se ha dicho en numerosas ocasiones, establece que Mercedes Fernández sea la candidata con una candidatura más o menos negociada para tratar de incorporar a los mejores valores del partido. Pero precisamente la falta de corroboración de ese escenario lógico agita al PP. Tal es así que los dirigentes populares se dividen entre los que dan por hecha la continuidad de Mercedes Fernández y los que aventuran cambios. De la sede madrileña de Génova sólo llega silencio, lo que contribuye a incrementar la tensión, aunque será cuestión de días que se resuelva.

Sólo Foro, en el centro derecha, ha resuelto su cartel electoral, pero cabe la duda de si prosperará la opción de una alianza electoral entre populares y foristas, algo que vendría impuesto desde otros ámbitos que sus dirigentes en Asturias, dado que ni Carmen Moriyón ni Mercedes Fernández lo desean.

Este escenario sólo alimenta la incertidumbre y acrecienta ansiedades en el PP asturiano, aunque es posible que pronto algunas cuestiones queden resueltas, como la opción de alianzas o que se ratifique la candidatura de Mercedes Fernández. Con todo, nadie se atreve a hacer apuestas: "A día de hoy, da la impresión de que ni siquiera lo lógico es lo más probable", afirmaba ayer un veterano dirigente popular.

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