El investigador asturiano José Ramón Campello García, jefe de proyectos de I+D del departamento de Refractarios, Cerámica y Materias Primas del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (Fundación ITMA) y formado como ingeniero químico en la Universidad de Oviedo, es el primer español que consigue el prestigioso premio internacional "Gustav Eirich" Award. El acto de entrega tuvo lugar durante el 61º Coloquio Internacional de Refractarios celebrado en Aquisgrán (Alemania). Este galardón reconoce la excelencia investigadora en el campo de los materiales refractarios y se concede anualmente bajo el auspicio de Gustav Eirich Maschinenfabrik y el Centro Europeo de Refractarios (ECREF). Un jurado internacional, compuesto por representantes de la industria y el mundo académico, evalúa a los candidatos en base a estrictos criterios, que incluyen el impacto potencial en la industria de las tecnologías desarrolladas y hace especial hincapié en los aspectos medioambientales, en particular la sostenibilidad en el uso de la energía y los recursos naturales. Junto a una fuerte presencia académica, también están presentes en el jurado dos entidades de mucho peso: la Sociedad Americana de Cerámica, a través de su presidente Mike Alexander, y la Sociedad Alemana del Acero, representada por Thomas Auer de Voestalpine. El reconocimiento está orientado a atraer jóvenes investigadores a la industria refractaria, que da soporte a la siderurgia, el aluminio y otras industrias básicas o de más reciente creación como la termosolar.
La tesis doctoral premiada desarrolla y estudia el procesado de materiales refractarios empleando nuevos sistemas ligantes nanoaditivados y fue codirigida desde la Universidad de Oviedo por el doctor Francisco Blanco, director de la Escuela de Minas, Energía y Materiales de Oviedo, y el doctor Manuel Miranda, director del Departamento de Refractarios, Cerámica y Materias Primas del ITMA. Tal como se exigía en las bases, el trabajo implica no sólo una aplicación práctica al sector industrial sino también mejoras ambientales. En este caso, supone mejoras en la producción y el rendimiento de los sistemas actuales, con una reducción del impacto medioambiental.
