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Iker Pou desafía la gravedad

El vitoriano, protagonista de hazañas en el Picu, culmina "la vía más difícil" de su vida colgado de un solo dedo

Iker Pou y al fondo su hermano Eneko. J. CANYIGUERAL

Iker Pou, protagonista junto a su hermano Eneko de algunas de las mayores hazañas en el Picu Urriellu, desafía la ley de la gravedad. A sus 41 años y con 58 kilos de peso es capaz de quedarse colgado con un solo dedo. Cualquiera, incluso el meñique. Es, quizá, el mejor en esta disciplina. Tiene dedos de acero. Y colgarse de un dedo es, precisamente, lo que ha tenido que hacer para superarse a sí mismo y escalar la pared más difícil de su vida, la que más le ha costado, "Artaburu", en las rocas tarraconenses de Margalef (Cataluña). "Han sido seis años, y aunque es verdad que la dedicación no ha sido plena, porque entre medio ha habido muchas expediciones, viajes y trabajo, se me ha hecho muy duro mantener la motivación durante tanto tiempo", señaló el menor de los Pou, que tiene vías escaladas que se cuentan entre las más difíciles del mundo.

Los Pou, habituales de los Picos de Europa, suelen decir, buscando el símil con el atletismo, que la escalada deportiva serían los 100 metros (pura potencia), mientras las expediciones serian la maratón (resistencia física y psicológica). En esta ocasión, Iker Pou ha superado su propio nivel en el apartado más físico de la escalada. "Ha sido como batir el récord de los cien metros lisos", señaló su hermano. Apenas cinco minutos de escalada, pero por una pared aparentemente imposible, que requirió un esfuerzo y una concentración enormes.

"Artaburu", según los Pou, es "un techo perfecto", porque va en inclinación incluso descendente, de alrededor de 15 o 20 metros, así que durante gran parte de los cinco minutos de esfuerzo que cuesta realizar esa ruta, el escalador vitoriano llevaba suspendido todo su cuerpo de un solo dedo, algo que muy pocos escaladores en el planeta tienen la capacidad de hacer.

Fue en 2012 cuando Iker, con la visión en la búsqueda de vías de vanguardia que le caracteriza (algunas ideadas y superadas en el Picu), se encontró con esta línea por primera vez. Fueron tres días de arduo trabajo para equiparla y muchísimos más para sacar los métodos primero y las secuencias después. Después vendrían muchos intentos, hasta sacarla con dos caídas, después con una, hasta finalmente conseguir llevársela ahora.

Pero entre medio de estos seis años, en la cabeza de Iker no solo ha estado "Artaburu", pues junto a su hermano ha visitado medio mundo incluido los Picos de Europa, que ambos consideran su "segunda casa". Allí protagonizaron la primera escalada en libre a la mítica vía "Marejada Fuerza 6", en 2016.

Este año, que los hermanos vitorianos no dudan en tachar "como el mejor de su trayectoria", empezaron escalando en hielo en Noruega, después llegó la apertura de la vía "Agur" en el Atlas marroquí, en verano abrieron y escalaron en libre "Leve Leve", además de liberar "Nubivagant", ambas en la isla africana de Sao Tomé. Luego protagonizaron las aperturas y primeras en libre de "Kolpez Kolpe" y "Babe Magnet" en Mallorca, así como la apertura de Eneko en solitario y desde abajo de "Polvorilla", también en la isla balear, para acabar con esta escalada futurista.

Confían en que 2019 sea "tan bueno como 2018". De momento marcharan en enero a la Patagonia argentina, mientras preparan el que será el "plato fuerte", el apartado "Tierra" dentro de su proyecto "The North Face 4 Elementos", con el que esperan poner la guinda a este interesante macroproyecto que iniciaron en enero de 2017.

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