No estaba en el orden del día, pero el asturiano siempre vuelve a la Junta. La portavoz del PP, Mercedes Fernández, desarrollaba su inclinación hacia la escuela bilingüe -en español y en inglés- y decidió contar que el miércoles, mientras estaba preparando su intervención en el debate presupuestario de ayer, oía de fondo una televisión. "Una película que me entusiasma". "Tarzán" en la TPA. Pero "Tarzán hablaba en bable", dijo la presidenta popular con tono de sorpresa, levantando con su conocida aversión a la oficialidad del asturiano el tono monocorde de una sesión que antes y después había reservado pocas sorpresas en los argumentos y el resultado final. Tarzán hablaba en bable, "los monos no", precisó antes de retomar el hilo del discurso, donde decía que "estos son los Presupuestos, los del impuesto de sucesiones, los de la cooficialidad, los de asfixiar a impuestos a los asturianos y negar la política inversora".

Tuvo la sesión pocos momentos de distensión y varios de claro enfrentamiento abierto de derecha a izquierda. Sobre todo entre PSOE y PP. El portavoz socialista acusó al PP de padecer de "disonancia cognitiva", del mal que afecta a quienes "no armonizan lo que piensan con lo que hacen", y al admitir que el Presupuesto es de "izquierdas" lanzó a la presidenta popular una suerte de "ajo y agua" que decía que eso, "la política de izquierdas", "es la que han votado los asturianos. Los sillones no se heredan, señora Fernández, nos eligen los asturianos".