En realidad todavía no lo saben, pero los responsables del Alcampo de Gijón, que celebraron ayer haber repartido un décimos del cuarto premio de Navidad (20.000 euros), están casi convencidos de que el ganador se pasará por el puesto de lotería a dar las gracias. "Lo normal es que sea conocido porque tenemos una clientela muy fija, aunque en épocas como ésta sí que notamos el pico de ventas. Nos ha pasado ya varias veces esto de dar algún premio importante y que el ganador se pase por aquí a decir el famoso dicho ese de 'sí, soy yo a quien buscáis'", explicó Marlén Pérez, empleada del local, que recuerda que hace dos años repartió también un quinto premio del sorteo celebrado ayer: "Estamos teniendo mucha suerte".

A las tres trabajadoras del despacho de lotería les interesa poner cara al ganador del cuarto premio porque, según explican, "suelen traer detalles". "Recuerdo que hace ya unos años dimos un premio bastante importante de la Bonoloto y el chico vino en personas a darnos regalos. Tenemos una relación muy estrecha con los clientes", comentó Pérez, que incidió en que lo especial de la jornada de ayer es que el décimo ganador se hubiese sacado en máquina y no en ventanilla. "Parece que los clientes suelen tener predilección por los décimos de toda la vida, no sé si porque los regalan y queda mejor, pero está claro que el aspecto es lo de menos", apuntó. Ayer, junto a sus dos compañeras de trabajo, cantó con el mismo tono que los de San Ildefonso su nuevo número favorito: el 67.774.