María Teresa Muñiz es una enamorada de la Comunidad Valenciana y posiblemente sea también una de las estanqueras más conocidas de Oviedo. Trabaja a diario tras la mampara del estanco y administración de lotería de la calle Jovellanos, en el número 8. Así que la familia, que todos los años se vuelca con la lotería de Navidad, decidió este año hacerse con una mascota. Viajaron hasta Valencia y encargaron a un maestro fallero que les hiciese un ninot. "Lo hemos puesto en el estanco para que la gente se haga fotos", explica Rosa Acebal, hija de María Teresa, que se encarga de la administración junto a su hermano Julio. La madre explica aún más: "Estamos en la ruta de la sidra (en referencia a la cercana calle Gascona) y por eso hicimos un ninot sidrero". El muñeco está sobre una peana en la que hay dos tréboles de la suerte. Es el primer año que tienen mascota y parece que les ha traído suerte. La administración celebró ayer la venta de tres décimos del premio Gordo, un total de 1,2 millones de euros, y un décimo de uno de los quintos premios, agraciado con 6.000 euros. El ninot aún no tiene nombre, pero ayer ya barajaban "Mateín", "Suertudo" o "Trebolín". Al final, Rosa Acebal anunció que harán una consulta por internet para que sean los clientes los que decidan cómo llamar a esta nueva mascota.

Rosa Acebal celebraba el quinto premio encantada de "repartir dinero por Asturias". "Es poco, pero aún queda el Gordo", decía antes de las doce de la mañana de ayer. Y llegó, a las 12.35 horas salía el primer premio y Rosa se ponía a llorar de la emoción al ver que habían consignado tres décimos. No saben quién puede ser el ganador, ya que se ha vendido por máquina, lo que se llaman décimos azules. "Nos suelen llamar los premiados, pero tardan unos días", aseguraba Julio Acebal. Y lo decía por experiencia. "El estanco de la suerte", como han dado en denominar al establecimiento, ya ha repartido varios premios en el sorteo de Navidad. El año pasado dieron un cuarto premio y el anterior fueron un tercero, un cuarto y un quinto. Lo mejor fue en 2012, cuando desde la calle Jovellanos se repartieron más de 4 millones de euros del Gordo. "A partir de ese año empezamos a vender mucho más", reconocía Rosa Acebal, que asegura, además, que viene gente de todas partes de Asturias a comprar lotería a su administración.

Y de Asturias habló precisamente su madre después de conocer que habían vendido parte del primer premio. "Asturias lo necesita, está un poquitín olvidada y hay que darle un empujón", arengaba la mujer aferrada al ninot sidrero que ella ve como un reclamo publicitario "para que todo el mundo venga a conocer Oviedo".

En el "estanco de la suerte" están encantados no sólo con haber repartido dinero, sino también con sus clientes. "Nos estamos convirtiendo en la 'Doña Manolita' de Oviedo", bromeaba ayer, copa de champán en mano, Rosa Acebal.