Pocas veces tanto cundió tan poco. Asturias celebró ayer que el Gordo de la Lotería de Navidad 2018, que recayó en el número 03347, deja su alegría entre algunos afortunados en la región; también la deja el tercer premio, uno de los dos cuartos y hasta cuatro de los ocho quintos que se sorteaban. En realidad, sólo el segundo premio fue totalmente esquivo en Asturias. Pero al final, y a falta de que se vayan sumando pedreas o billetes viajeros que sumen fortuna, el botín que generó tanto festejo de premios importantes no llegará a los cinco millones de euros. 4,88 millones por ser precisos. Incluso la estimación de la delegación de Loterías y Apuestas del Estado en Asturias calcula, a falta de una estimación precisa, que en la región pudo haberse repartido más dinero en pedreas que en premios grandes. De ahí que el regusto sepa a poco.
Pero a algo sí que sabe. Que se lo digan a Oviedo, Gijón, Mieres, Piloña, Avilés, Villaviciosa y Cangas del Narcea, donde ya pueden proclamar que el sorteo más esperado del año hizo alguna escala en 2018. Y esa escala se hizo a base de décimos contados: en total, 35. Once décimos del 03347; siete del tercero, el 04211; dos décimos del cuarto 67774 y catorce de los siguientes quintos: 29031, 18596, 02308. Otro décimo con un quinto premio del 07568 llegó a Candás comprado por un afortunado en Ciudad Real. Así que fueron 16 las ventanillas diferentes de la región de las que salieron premios. Y lo mismo ocurrió en casi toda España.
Porque el nuevo método masivo de distribución de lotería, gracias a máquinas expendedoras en puntos de venta que se han sumado a las administraciones tradicionales, ha propiciado que ahora la excepción sea que se celebren premios íntegros que hagan temblar a localidades enteras y generen imágenes entrañables de todo un pueblo brindando.
Un ejemplo: el Gordo de esta edición navideña sólo deja cuatro grandes localidades beneficiadas que son Cuenca, Bilbao, Gernika, y Huesca, con 120 millones embolsadas en cada una. El resto de los millones asociados a este multimillonario premio está repartido en más de 240 puntos de venta de norte a sur y de este a oeste de España. Sin embargo, el segundo premio, que cayó con 1.390 décimos en Almansa, regó esa localidad albaceteña con 173 millones, lo que le convierte en el montante más agrupado.
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A Asturias tanto premio "esmigayado" le hace añorar años como 2007, cuando sólo Nava repartió entre asociaciones de vecinos y de festejos más de 360 millones de euros. La comparación con lo ocurrido este año casi resulta odiosa. Pero es lo que hay.
Para el anecdotario de la jornada quedará que el Gordo de este año lo cantó la niña de San Ildefonso que el pasado año se hizo famosa por su forma de entonar las pedreas como si fueran todas el Gordo. La niña, Aya Ben Hamdouch, muy aclamada hace doce meses y convertida en todo un personaje, volvió a serlo este año. Y eso que fue a su compañera, Carla García, a la que le entró la llantina de la edición con los nervios del momento.
El Gordo se cantó a las 12.36 horas. Pero el sorteo empezó pasadas las nueve de la mañana en el Teatro Real de Madrid. Hasta las diez no se pudo brindar en Asturias, porque ni los tres primeros quintos premios (47862, 7568, 68402), ni el segundo (21015) dejaron ni un décimo en la región. En la administración de Dolores Yáñez y Fátima Fernández, en Cangas del Narcea, se destaparon las primeras botellas de sidra. Los 6.000 euros por un décimo del 29031 fueron los que abrieron las celebraciones. Para entonces, una peña marinera de Candás también empezaba a hacer correr la voz de que un quinto premio que alguno de los miembros del grupo había traído de Ciudad Real, en una iniciativa que mantienen de tentar a la suerte por toda España, les había dejado 6.000 euros.
Avilés fue la siguiente localidad en salir citada en el Teatro Real entre las premiadas, a las 11.40 de la mañana. En su caso, con 10 décimos de un quinto premio (18596) que dejaron 60.000 euros. Sólo cuatro minutos después de cantarse la alegría de Avilés pudo secundarles de nuevo Cangas del Narcea -la misma administración donde aún quedaban periodistas esperando por si llegaba el premiado más mañanero- y Gijón, adonde fueron a parar dos décimos de un cuarto premio (67774).
Aún no eran ni las doce y ya salía otro quinto (02308) que llevaba algo de suerte, en concreto tres décimos, a Oviedo y Gijón. Con los premios menores ya culminados y con toda España pendiente del Gordo, pasadas las doce y media éste se cantaba bien fuerte.
Cuenca, Bilbao, Gernika y Huesca, con 300 décimos cada una, encabezan la fortuna del Gordo 2018. Les siguen Granadilla de Abona (Tenerife), Torrejón de Ardoz (Madrid), Quiruelas de Vidriales (Zamora), Teo (Coruña), Puebla de Sanabria (Zamora), Madrid y Granada, donde al menos se repartieron entre 10 y 30 décimos en cada sitio. El resto, hasta casi 250 puntos, sólo llevan billetes contados, pero igualmente los celebraron como un triunfo.
En Asturias, las "migayinas" del Gordo les llegaron a Oviedo (a la administración de la calle Jovellanos), donde se vendieron tres décimos; a Gijón (una administración de El Coto, ubicada en al calle General Suárez Valdés), con otros tres vendidos; a un despacho de La Corredoria (Oviedo) de donde salieron dos décimos; otra de Mieres (centro comercial de Caudalia) con uno más, igual que Villamayor (Piloña) y la administración ovetense de la calle Uría.
Para el final quedó que se cantara el tercer premio (04211) que dejó cinco décimos en Turón, uno en Gijón (en un despacho de Roces, de la avenida de Salvador Allende) y uno más en Villaviciosa. Y así fue como ocho localidades de la región pudieron disfrutar de la Lotería de Navidad 2018, aunque fuera sólo un poco.
Habrá que esperar a completar el recuento, mañana, para sumar los premios menores conocer exactamente cuántos miles de euros se quedan en el Principado. Pero la suma de las pedreas siempre es importante, e incluso puede llegar a superar la cantidad que se llevan los agraciados con premios mayores. Es el caso, por ejemplo, del Urraca Club de Fútbol, de Posada de Llanes, que jugaba el número 42.065 y que ha sido agraciado con uno de estos premios de cinco euros por cada uno jugado.
