La suerte sonrió ayer por partida doble al kiosco de Juan de Cangas del Narcea, situado en la plaza Mario Gómez. Poco antes de las diez de la mañana salía el quinto premio de la lotería de Navidad con el número 29031 y a las doce menos cuarto lo hacía el cuarto con el 67774; de ambos vendió el punto de venta cangués sendos boletos a través de terminal electrónico.

"Me estrené", celebraba la titular del kiosco, un negocio familiar que desde hace dos años lleva Fátima Fernández. "Estamos muy contentos, es una alegría poder repartir", explicaba. Con los nervios a flor de piel, la lotera no podía contener la satisfacción de haber dado su primer premio, una sensación que se multiplicaría por dos al llegar a mediodía la noticia de que había dado otro más.

"Es mucha emoción, una alegría muy grande repartir dos premios y saber que hay alguien por ahí que está pensando en nosotras", aseguraba Fátima Fernández acompañada por su madre María Dolores Yáñez.

Aunque es el primer premio para Fátima Fernández no lo es para el punto de venta que en 2011 ya repartió un quinto premio de la lotería de Navidad también a través del terminal electrónico. "Estos premios nos vienen muy bien para los que no somos administración, para que la gente vea que el boleto impreso es real y que también toca", incidió Fátima Fernández, que espera que los dos premios tengan un efecto llamada: "Tener un cartel con un premio es una atracción, invita a comprar", explica.

Por la variedad de lotería que se vende en este punto no pueden afirmar si los premios se quedaron en el municipio o viajaron fuera. Fátima Fernández solo recuerda la venta del cuarto premio por la peculiaridad del número. "Era una familia, pidieron el que saliera y al verlo la mujer dijo que era feo y que no iba a tocar, estuvo a punto de rechazarlo, pero el hombre dijo que si era el que había salido estaba bien, y se lo llevaron", recuerda.