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Se busca viticultor desesperadamente: a cambio, sueldo fijo y ayuda para vivir en Ibias

"Hemos decidido abrir la oferta a toda España porque dentro de Asturias es muy difícil encontrar candidatos", asegura Enrique Riesgo

Viñedos en el suroccidente de Asturias.

Atraer población al medio rural es uno de los grandes objetivos en estos momentos, y algunos lo aplican al pie de la letra. Un buen ejemplo es la oferta de trabajo de una empresa vitícola del Suroccidente, en Ibias, que solicita una persona o familia para hacerse cargo de los trabajos agrícolas de un viñedo.

La oferta de trabajo dice textualmente que "se facilitará también la búsqueda de vivienda para quienes vengan de fuera, así como la acogida o inserción escolar para familias con hijos". A esas condiciones se une un contrato laboral indefinido a tiempo completo, con sueldo fijo. Por si fuera poco, el cónyuge también recibirá apoyo para trabajar, por ejemplo, en un local hostelero de la zona.

La oferta, gestionada por Fida, la empresa del consultor Enrique Riesgo, se ha hecho extensible a toda España, dada la imposibilidad de encontrar candidatos adecuados en Asturias.

"Es más fácil que resulte atractivo para alguien de fuera, porque los jóvenes del medio rural ya tienen al alcance de la mano explotaciones familiares si quieren quedarse; también será más sencillo que venga alguien desde una ciudad", recalca Riesgo.

El consultor ve en la oferta una oportunidad para alguien que quiera liarse la manta a la cabeza y cambiar de vida. Pero también es realista y entiende las dificultades que entraña instalarse en un concejo alejado, con dificultades de desplazamiento en invierno y unas condiciones de vida muy diferentes a las de la ciudad. "El campo es una oportunidad, pero también tiene sus propios condicionantes, y eso la gente tiene que saberlo", asegura.

"Nuestra filosofía es la de hacer rentable y viable el trabajo en el medio rural, pero sin crear falsas expectativas", señala Enrique Riesgo.

Por lo pronto, la oferta debe quedar resuelta el 1 de febrero. Será entonces cuando el nuevo viticultor y su familia, si es que la tiene, tomarán posesión de sus territorios como nuevos colonos del siglo XXI.

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