La negociación del convenio del sector asturiano de la construcción ha quedado desbloqueada y apunta a un inminente preacuerdo en la próxima reunión de la comisión negociadora (previsiblemente, la semana próxima), una vez que la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon) decidió ayer aceptar algunas de las peticiones sindicales que estaban dificultando el entendimiento: una subida salarial del 2% (la misma que en el convenio sectorial de ámbito estatal), la reincorporación al texto de la ultraactividad (la cláusula por la que un convenio vencido sigue vigente mientras no se acuerde otro nuevo que lo sustituya), regulación de los permisos retribuidos y otros aspectos. La ultraactividad había sido excluida en el último convenio asturiano y también en el estatal, pero éste acaba de reincorporarla a su nuevo articulado.

La decisión de la CAC-Asprocon permitirá relanzar y ultimar previsiblemente el acuerdo, que llevaba postergándose más de un año. El nuevo convenio, si finalmente se formaliza el pacto, como es previsible, tendrá carácter retroactivo al pasado 1 de enero y una vigencia hasta el 31 de diciembre de 2021, y afectará a 1.500 empresas y 9.500 trabajadores.

Lo previsto es que los sindicatos (UGT y CC OO) sometan a sus propios órganos y comisiones negociadoras el avance producido ayer y que ambos intenten concertar una posición común para llevarla a la comisión negociadora, que probablemente no se producirá hasta la próxima semana.

En medios de la patronal asturiana de la construcción se vinculó el avance producido con el espíritu de "consenso y negociación" que preside, dijeron, esta etapa de la CAC-Asprocon.

Al igual que en el conjunto de España, el sector está en una fase de recuperación en la comunidad autónoma tras el desplome vivido durante la crisis, aunque las intensidades del derrumbe y de la posterior reanimación son disímiles en la región y en el conjunto nacional por las diferentes estructuras productivas. El sector, que no llegó a alcanzar los volúmenes e intensidad de la burbuja edificatoria que se vivió en otras regiones, llegó a suponer en Asturias en 2007 (el año previo a la recesión) el 12% del PIB, solo un punto menos que en España, pero por la contribución de la gran inversión en obra pública. Entonces la construcción agrupaba a 3.669 empresas y en 2015 se habían reducido a 1.410. Hoy son 1.500. El empleo vivió una evolución parecida. De los 30.896 trabajadores que estaban ocupados en esta actividad en Asturias en 2007, se pasó a 7.513 en 2015 y hoy se han recuperado hasta los 9.500, aunque una parte del ajuste se produjo con aumento del empleo autónomo.