El área de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA, que pilota Jacobo Silva, se ha consolidado como líder nacional en operaciones de corazón en adultos, según Recalcar, el registro de intervenciones de la Sociedad española de cirugía torácica y cardiovascular (SECTCV). Pero no sólo eso. La mortalidad en Asturias en cirugía cardiaca es una de las más bajas del país y también están por debajo de la media nacional los fallecimientos en cirugía coronaria.
Los datos, que se acaban de publicar, corresponden a 2017 y mantienen la tónica conseguida en los dos ejercicios anteriores, en los que el servicio de Cirugía Cardiaca del HUCA ya se había situado en los primeros puestos. Este año la previsión es que el número de intervenciones cardiacas todavía sea superior.
Jacobo Silva, jefe del servicio, destacó que el registro Recalcar "es un ensayo muy interesante porque sirve para analizar la calidad de la cirugía cardiaca en el conjunto del país". El caso de Asturias es singular, al ser una comunidad con un solo centro hospitalario en el que se practique esta compleja cirugía: el HUCA. Pero además, en Asturias la patología cardiovascular es muy prevalente, por la edad y por la dieta. "La población envejece, y eso conlleva otras complicaciones añadidas por enfermedades asociadas, lo que provoca que confluyan varias circunstancias cuando se trata de una enfermedad cardiaca", explicó Jacobo Silva.
A todo ello se suma que "el sistema sanitario cree en el servicio y en la cirugía cardiaca, por lo que desde todos los centros hospitalarios de la región derivan a los pacientes al HUCA para que sea el servicio especializado el que atienda esos casos", añadió el jefe Cirugía Cardiaca del principal hospital del Principado.
El número total de intervenciones de cirugía del corazón practicadas en España en 2017 ascendió a 23.261 en 61 centros hospitalarios del país. Según el registro Recalcar, "el número máximo por millón de habitantes se realizó en Asturias, con 751 operaciones por millón de habitantes, cuando la media nacional es de 499 operaciones por millón de habitantes. En el extremo opuesto se situó Castilla-La Mancha, con 262".
La mortalidad media en este tipo de intervenciones del corazón es del 5,53 por ciento, mientras que en Asturias es inferior, del 5,1, de las más bajas del país, pese a ser una población envejecida y con un cuadro médico complejo por las enfermedades asociadas que los pacientes suelen presentar. "El dato de la mortalidad es muy importante porque va vinculado no sólo a la calidad de la cirugía, sino que está ajustada al riesgo, que suele ser elevado", remarcó Jacobo Silva.
Los datos son igual de satisfactorios en el caso de la cirugía coronaria (la de arterias enfermas), donde la mortalidad es del 1,8 por ciento, también de las más bajas de los registros recogidos en el conjunto de las unidades de cardiología del país.
El cirujano Jacobo Silva Guisasola se incorporó en octubre de 2014 al HUCA como jefe de cirugía cardiaca y con dos objetivos a medio plazo: acabar con la lista de espera y colocar al hospital asturiano en los primeros puestos a nivel nacional. Su estrategia se sustentaba, y sustenta, en un mayor aprovechamiento de los recursos y una atención centrada en el paciente.
Un equipo multidisciplinar
El equipo está integrado por nueve cirujanos y tres residentes y en este tiempo suman éxitos de trascendencia nacional y alguna incluso mundial. Por ejemplo, el 1 de marzo de 2017 se implantó el primer corazón artificial en Asturias. Ese día, el HUCA hacía historia. Y en noviembre de ese mismo año realizó una doble operación a un paciente, colocándole una nueva válvula aórtica y al día siguiente implantándole un corazón artificial. "Una de las primeras intervenciones de este tipo que se hace en el mundo", afirmó entonces Silva.
Sin embargo, el jefe de Cirugía Cardiaca del HUCA destaca siempre que tiene ocasión que el éxito radica en que la gestión clínica del corazón agrupa a profesionales de distintas especialidades que antes trabajaban en áreas diferentes, sin coordinación específica como ahora: cardiólogos, intensivistas, anestesistas, cirujanos, enfermeros... Esta fórmula permite una mayor eficiencia en los recursos y unos mejores resultados.
