El Ministerio de Agricultura exigirá que en la etiqueta de los envases de miel figure el origen y el porcentaje de producto procedente de países extranjeros. La medida da respuesta a una demanda histórica de los apicultores, que piden ofrecer la máxima información a los consumidores para que sepan lo que están comprando. Otro de los objetivos es frenar la entrada de mieles chinas, consideradas de baja calidad.

España es uno de los principales países productores de miel de la UE, con una media de 31.000 toneladas producidas por 31.500 apicultores. De esta cifra sólo 5.500 suponen el 80% de la oferta. El sector cuenta con 2,8 millones de colmenas. La calidad y la diversidad de la miel española hacen que las exportaciones alcancen una media de 25.000 toneladas, especialmente a otros países comunitarios como Francia, Alemania, Portugal e Italia, así como a otros como Estados Unidos, Israel o países árabes.