La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JOSÉ RAMÓN GARCÍA | Cura jubilado y pintor

"Los que creen que Dios no entiende el asturiano son ingenuos o babayos"

"La Iglesia se ha desviado a una jerarquización absoluta que anula participación y discrepancia; ahora el obispo es un sátrapa que puede movete como-y dé la gana"

José Ramón García Fernández, "Monchu el cura", en su cuarto. MIKI LÓPEZ

José Ramón García Fernández (Villaviciosa, 1936), "Monchu el cura", es pintor y expone actualmente sus 52 dibujos de "Covadonga, historia y leyenda" en Oviedo. Fue cura en Luarca, Villaviciosa, Teverga, Sama y Oviedo y capellán del Hospital Central de Oviedo.

- Es de izquierda. ¿Dónde empezó a pensar así?

-El único taco permitido en el Seminario era "me cago en Rusia", pero tuvimos profesores que nos hablaron de temas sociales, cursillos de sistemas políticos que explicaban qué era una democracia y cómo funciona. Nos hablaron de la invención del sepulcro de Santiago cuando creíamos que había sido un milagro.

- ¿De qué izquierda es?

-De una especial. Creo que la monarquía es importante como institución que da estabilidad en una sociedad tan cambiante y que pierde referencias. Si los que la representan lo hacen mal hay que cambiarlos. Vale para la Iglesia.

- ¿Le gusta lo que aporta ahora la Iglesia?

-No. Se ha desviado muy peligrosamente a una jerarquización absoluta que anula toda posibilidad de participación y discrepancia. El obispo se ha convertido en un sátrapa, no como los reyes de Persia, pero que decide sobre todo sin contar con el resto de la Iglesia y puede movete como-y dé la gana. La diócesis no es del obispo, sino de los diocesanos y mejor en tiempos en que la gente está preparada y pide cogestión.

- Los curas cambian más que los empleados del banco.

-Son administrativos de acá para allá y eso hace un daño tremendo a las parroquias y al cura, cuya misión es el contacto con la gente, participar de la vida, casas a padres y a fíos. Si rompes con eso hasta se pierde patrimonio.

- ¿Qué descubrió de cura?

-Nunca tuve miedo a sentarme con personas de otras ideas. En Luarca tenía parrafadas con un anarquista que recogía papeles y tenía un almacén en la calle de la Iglesia y era un idealista que parecía no tener pecado original. Pepe, el zapatero, tenía que ser socialista y era respetuoso conmigo. Hice un belén social con una barriada mísera, donde estaba el portal, una alambrada y al otro lado, los buenos edificios.

- ¿Y luego?

-Vine pa Rozaes, al lado de Villaviciosa. El Día de Difuntos celebré el funeral en la iglesia y fuimos rezando el rosario hacia el cementerio pal responso. Vi que fuera de la tapia había espetaos raminos de flores. Pregunté y dijéronme que eren rojos de les Cuenques que habíen venido porque teníen los muertos allí. Les dije: "Si no están dentro el año que viene, no bajo a rezavos el responso". Y los metieron.

- ¿Hay que desenterrar a Franco?

-No me gusta que esté en un lugar privilegiado. Debe estar enterrado como uno más por los problemas que está planteando.

- Fue párroco en Teverga.

-El alcalde, Heliodoro, falangista, director de la Caja de Ahorros y una bella persona, me encargó un funeral por los caídos y le dije que o lo hacía por los dos bancos o nada. Me denunció al Obispado y don Demetrio Cabo me mando una carta diciendo que me atuviese a la costumbre. En el funeral dije que se celebraba por unos y por otros y hasta hoy.

- Allí pasó a ir de paisano.

-Pregunte-y a una muyerina si se escandalizaba y me dijo: "No, home, no. El vieyu, don José, bajaba a la huerta en marianos". Iba a dar misa andando polos praos y los que taben a la hierba desaparecíen por miedo a que los denunciara a la Guardia Civil. Iba poca gente a misa y yo reñía. Eufrasia, que hablaba un asturiano precioso, me dijo: "No nos riña a nosotros, sino a los que non vienen".

- Estuvo dos años en Sama.

-Coadjutor en Santiago. Allí conocí a los comunistas, que se reunían en la parroquia, y vi cómo se ayudaben entre sí. Conocí una comunista que había recogido niños y entendí que ni nosotros éramos tan buenos ni ellos, tan malos. Admiré a una mujer a la que le habían matado tres hijas por ser novias de milicianos y tenía amargura en el corazón, pero no odiaba.

- Es un pintor autodidacta.

-En el Seminario todo terminaba en el Barroco. Cuando viajaba a Madrid veía exposiciones. Una de Picasso en los 80 me dejó KO. Me descubrió el arte moderno y quise pintar. Tenía cuarenta y tantos. Siempre había dibujado. Igual para Reyes, siendo cura, me regalaron unos pinceles. Empecé a pintar en cristal, quizá porque tuve uno a mano. Alguien lo vio y me hicieron una exposición en la Caja de Ahorros. Temía tanto hacer el ridículo que hice coincidir un bautizu en Sevilla para no estar en la inauguración. Llamé, me dijeron "está gustando" y me animé. Luego expuse en Madrid, en Ramón Durán, calle Villanueva y quedé empeñáu.

- Usted dice que es asturiano, no asturianista.

-Decir asturianista ye como decir "hispanista", que puede selo un inglés. Un asturianista puede ser un andaluz. Soy un asturiano consciente de su patrimonio étnico.

- ¿Cómo llamamos a los que creen que Dios no los entiende si rezan en asturiano?

-Ingenuos o babayos. Dios entiende todos los idiomas. Hubo una época en la que parece que sólo entendía hebreo, griego y latín, los idiomas que llamaban sagrados y eso permanece en los que creen que hay lenguas mejores que otras. Un demócrata de aquí tiene ser asturiano, aparte de español y europeo, porque si no defiendes lo asturiano estás impidiendo un derecho a expresate con tus valores, sentimientos, lengua, con lo que te pertenece, sin despreciar a los demás y procurando entenderlos. Si hay una nación histórica en la Península autóctona es la asturiana. Los visigodos, romanos y musulmanes vinieron de fuera. Somos españoles porque somos asturianos y soy asturiano porque soy de la Villa, aunque quiero tanto a Campu Casu como a la Villa. No merecemos lo que tenemos.

- ¿Tuvo una crisis de fe?

-Bastantes. Y de vocación. Al ordenarme temía no hacerlo bien. Nunca perdí la creencia en Dios y en la trascendencia, pero si en Jesucristo. Me preguntaba cómo Dios puede sufrir en la cruz e ignorar cuándo será el final del mundo. Lo superé.

- Le pasó la de los 14. ¿Cómo va a ser Dios bueno permitiendo tanta maldad?

-Dios es el origen de todo y permite el mal. No nos dejes caer en la tentación quiere decir que nos puede dejar caer. Es un misterio. Vamos dejalo pa prao. El cristianismo ye la religión más maravillosa porque el esclavo tien la misma dignidad que el emperador. Por eso prendió. Y tolos pueblos son iguales.

- ¡Eso es populismo!

-Es evangelio puro. A Jesucristo lo crucificaron por populista, porque las masas querían un Mesías. Hay un populismo corrupto y otro que intenta que el pueblo tenga el control y que habla más de Derechos Humanos que de constituciones y de Evangelio que otras construcciones. Los derechos humanos son inalienables y hay que aceptarlos todos porque van unidos.

- De sus seis papas, elija tres.

-Juan XXIII, Pablo VI y Francisco.

- Parece más blando el Papa que algunos obispos.

-Claro. Hay una corriente episcopal en contra de Francisco.

- ¿Qué tal cree que le trató la vida hasta ahora?

-Bien, nunca tuve ambición de promocionar, tengo buenos amigos y lo noto cuando vienen a visitame. Gústame mucho la vida.

Compartir el artículo

stats