La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La élite de la investigación médica regional queda excluida de las ayudas del Principado

Julio Bobes (psiquiatría), Adonina Tardón (salud pública), Jesús Merayo (oftalmología) y Juan P. Rodrigo (otorrino), entre los solicitantes rechazados

Los investigadores asturianos del ámbito sanitario están indignados. La convocatoria de ayudas del Principado ha excluido a varios de los científicos de la región con más renombre no sólo a nivel nacional, sino también internacional, en el área de ciencias de la salud. Julio Bobes (psiquiatría), Adonina Tardón (salud pública), Juan Pablo Rodrigo (otorrinolaringología), Jesús Merayo (oftalmología), Segundo González (inmunología), Ana Coto (biología celular) o Fernando Santos (pediatría) han visto desestimadas sus solicitudes a un programa de ayudas dotado en total con 10,5 millones de euros para el trienio 2018-2020.

La resolución ha dejado sin adjudicar casi la cuarta parte de la cuantía total. El gasto final suma 7.604.097 euros, con la siguiente distribución anual: 604.097 euros para 2018, 3.500.000 para 2019 y 3.500.000 euros para el año 2020.

"Es incomprensible". Ésta es la lacónica frase que está en boca de algunos de los investigadores marginados. "¿Qué criterios se han aplicado?, se preguntan de forma retórica. "Hablamos de científicos que estamos en consorcios nacionales de nuestra disciplina y que hemos concurrido con éxito a convocatorias europeas de ayudas", explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA uno de los excluidos.

Nueve folios ocupa la relación de peticiones desestimadas. Las bases del concurso permitieron presentarse a investigadores de las áreas de arte, humanidades y ciencias sociales, tradicionalmente quejumbrosos por ser marginados en procesos de esta naturaleza. En el elenco de excluidos se observa una circunstancia singular: figuran 16 grupos encuadrados en la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado (Finba). Varios años se tomó el Gobierno asturiano en poner en marcha esta entidad, llamada -al menos sobre el papel- a convertirse en uno de los ejes estratégicos de la economía regional de los próximos años.

Los filtros para acceder a la Finba, establecidos por el propio Ejecutivo autonómico, fueron muy rigurosos. Pues bien, ahora un programa de ayudas de este mismo Gobierno recibe peticiones de 20 grupos integrados en la Finba, y sólo cuatro han logrado apoyo. Son los encabezados por Carlos López Larrea (inmunología), Mario Fernández Fraga (oncología), Jorge Cannata (metabolismo óseo) y Guillermo Mariño (biología celular).

Varios de los grupos excluidos forman parte de los centros de investigación biomédica en red, conocidos como "ciber", de sus respectivos ámbitos de conocimiento. Asimismo, habían recibido ayudas en convocatorias anteriores de este mismo programa. Como consecuencia de todo lo dicho, no es de extrañar lo que se comenta en los ambientes biosanitarios de la región: "En la Consejería de Sanidad hay un notable malestar con los resultados de esta convocatoria".

Los observadores más avezados apuntan que en la relación de peticiones estimadas abundan los grupos de ingeniería y tecnología. ¿Por qué? En teoría, porque así lo propuso la entidad que lanzó la convocatoria, la Consejería de Empleo, Industria y Turismo del Principado, a través de la Dirección General de Innovación y Emprendimiento.

Las asignaciones económicas abarcan el trienio 2018-2020. La resolución fue publicada in extremis en el Boletín Oficial del Principado (BOPA) el pasado 31 de diciembre. O sea, el ultimo día del primer año para el que se asignan las ayudas.

Estas partidas económicas se destinan a organismos públicos de investigación para apoyar las actividades que desarrollen sus científicos en el Principado. Se trata de un programa cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) en régimen de concurrencia competitiva.

Compartir el artículo

stats